¿CÓMO ES POSIBLE VIVIR LOS PRINCIPALES VALORES DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR EN LA FAMILIA CRISTIANA EN MEDIO DE LA REALIDAD SOCIAL ACTUAL?
Enviado por gpg1966 • 26 de Septiembre de 2012 • 307 Palabras (2 Páginas) • 1.325 Visitas
¿CÓMO ES POSIBLE VIVIR LOS PRINCIPALES VALORES DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR EN LA FAMILIA CRISTIANA EN MEDIO DE LA REALIDAD SOCIAL ACTUAL?
El hogar, la familia es la célula fundamental de la sociedad, es el lugar donde se inicia y se desarrolla la fe y la vida cristiana, por eso es Iglesia doméstica, comunidad de amor, de vida, de oración, de principios, de valores. Su misión es custodiar, revelar y comunicar el inmenso amor de Dios por la humanidad y por la Iglesia, por eso es necesario cultivar la fe en familia a través de la oración, de los Sacramentos, de la lectura de la Sagrada Biblia, del Catecismo Católico, de la religiosidad popular y vivir de acuerdo al Evangelio, a las enseñanzas de Jesucristo, en paz y armonía con Dios, con nosotros mismos, con los demás y con la naturaleza. Conocer, amar y servir a Dios, para ser cada día mejores padres, mejores hijos, mejores hermanos, mejores seres humanos, verdaderos hijos de Dios, en nuestra forma de pensar, hablar, sentir, y actuar. Debemos cultivar la religiosidad familiar, no solamente por tradición sino para luchar y construir juntos un mundo mejor, comprender la importancia de practicar los valores para solucionar los problemas que atacan a la sociedad actual, corrupción, violencia, discriminación, etc. por medio del amor, fe, esperanza, caridad, perdón, confianza, servicio, honestidad, dialogo, responsabilidad, tolerancia, respeto, unión, gratitud, solidaridad, prudencia, justicia, fortaleza, generosidad, paz, bondad, humildad, perseverancia, paciencia y compromiso, valores que nos hacen mejores personas, más humanos y nos permiten destruir los antivalores, todo lo opuesto como el egoísmo, la injusticia, la indiferencia, la avaricia, etc. que nos alejan del Reino de Dios.
Los valores se aprenden y cultivan en la familia, con el ejemplo, cumpliendo los Mandamientos, las obras de misericordia, leyendo, meditando y reflexionando la Biblia, la doctrina católica, con la oración diaria y constante
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