Religiosidad Popular Paraguaya

Religiosidad Popular Paraguaya

La religiosidad popular es el credo del pueblo, es el conjunto de creencias de valores, raíces que responde con sabiduría religiosa a las grandes incógnitas de la existencia. Es la manera que un pueblo expresa su fe, y su religiosidad se manifiesta en todos momentos e incidencias de la vida: en lo espiritual, social, material, artístico, lo divino, los gestos, los cultos, la patria, la inteligencia, la persona, los signos, los símbolos, la vestimenta, supersticiones, cuentos, leyendas, romances, refranes, cantos, rezos, etc. Toda esta sabiduría y elementos asienten la religiosidad esencial de toda persona como hijo de Dios, la unión que le fortalece para seguir teniendo razones de vida o una forma de comprender la existencia. Además de ser un reforzador de la realidad, es un principio de sensatez.

La religiosidad popular paraguaya está fundamentada en la religión católica, pero la religión católica afiliada en el Paraguay surge del sincretismo de los elementos originales de la doctrina católica que procede de la llegada de los misioneros europeos y de los elementos de creencia indígena que ya habitaban las tierras. Este sincretismo se fortaleció y ocupo un importante espacio en el modo de sentir y expresar la religión de los habitantes del Paraguay.

El Paraguay, es un país que contiene un rico campo de expresión cultural del pueblo, esto se confirma en el calendario popular que está poblado de festividades religiosas: Kurusu Ara, Día de San Juan, Navidad, día de todos los santos, día del patrón San Blas, día de la patrona “Nuestra Señora de la Asunción”. Un ejemplo más explicativo se encuentra en la adoración a la Virgen de Caacupé; la caminata hasta la Basílica de la ciudad de Caacupé, donde invaden el 8 de diciembre los peregrinos de toda la republica en busca de consuelo y cura de sus males del espíritu y del cuerpo o para pagar su deuda y su promesa. También “La semana Santa”: la vivencia de calvarios, los cantos estacioneros, los cuadros vivientes, la dramatización de la pasión y muerte de Jesús. Ejemplo de actividades de semana santa: el encuentro con la cruz (marcha lenta con la cruz de dos o más grupos en sentido contrario hasta llegar uno frente al otro y se alternan cantos, oraciones, reverencias y al culminar cada uno regresa hacia el punto de partida.). Todos estos ejemplos nos revelan la importancia del lugar, los símbolos, los signos, el tiempo y a la acciones.

La religiosidad popular se ve en todos lados, aunque en la ciudad va decayendo y/o mestizando, pero hay lugares en el interior del país, que se hace muy fuerte estas prácticas populares, como el culto a los muertos; que revela la creencia en las supersticiones y ceremonias, que se observa en los novenarios, el trío de misas, el luto, el altar, etc., además del sentir y la fe del pueblo a la vida después de la muerte.

Sin olvidar la importancia

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