Religiosidad Popular

Republica bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”

Área de Humanidades, Artes y Letras

Escuela de Historia

Calabozo, Edo. Guárico

LA COFRADÍA DEL NAZARENO COMO SÍMBOLO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR EN LA CIUDAD DE CALABOZO, ESTADO GUÁRICO EN EL SIGLO XX

Bachiller:

Jesús García

Profesor:

Jorge Campos

Octubre 2013

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Con la llegada de los españoles a nuestro continente, acompañados en el trasfondo de la idea de llevar a cabo el proyecto de cristiandad, se produce una corriente homogeneizadora desde la instauración de las reducciones de indígenas, las fundaciones de Encomiendas y los Pueblos de Doctrina, fundamentos que provocaran el surgimiento de nuevas mentalidades e imaginarios que pretenden contrarrestar la vida y la cultura de nuestros indígenas, quienes al paso de los años terminan siendo extranjeros en su propia tierra.

Nuestro Tema-Problema, lo ubicamos en la categoría espacio-temporal en el Estado Guárico en el Siglo XX, particularidad local que nos llevara afirmar que cada sociedad y cada época son algo más que un conjunto de hechos, personas, cosas e ideas dispares. De esta manera, nos recuerda Jacques Lafaye, que:

Cada época es una comunidad de gustos, necesidades, instituciones y técnicas. El historiador busca la coherencia histórica- modesto equivalente del orden de la naturaleza y esa búsqueda lo acerca a lo científico (….) Los sucesos históricos riman entre si y la lógica que rige sus movimientos evoca, más que un sistema de axiomas, un espacio donde se enlazan y desenlazan ecos y correspondencias

Este tiempo histórico que nosotros estudiaremos, nos permitirá reconstruir y rehacer el pasado desde la etnología (descripción de sociedades) y la poesía (imaginación) ya que esta manifestación religiosa nos sitúa en el rigor empírico. Nuestra investigación pertenece a la historia de las ideas o de las creencias.

Basado en lo anterior, nos proponemos realizar un estudio desde lo que el Dr. Reinaldo Rojas , concibe como historia social, delimitado a las clases, grupos sociales y categorías socio profesionales, y “….Vinculada al estudio de la sociedad y de los grupos que la constituyen, en sus estructuras como desde el ángulo de la coyuntura; en los ciclos como en la larga duración” ( Bouvier, Jean).

En otras palabras, será éste un estudio de la estructura social y del movimiento social en la Venezuela del siglo XX y de manera puntual en el Estado llanero de Venezuela, Guárico. Navegaremos, pues, en el ensamblaje, la arquitectura, de una realidad que el tiempo tarda enormemente en desgastar y transportar vehiculada en la mentalidad presente en los miembros de la Cofradía del Nazareno en la ciudad de Calabozo.

Desde la asunción de este método, asumimos la necesidad de internarnos en la masa de hombre (demografía), de bienes (economía) y de pensamientos y creencias (mentalidades), las cuales deben ser asumidas como niveles estructurales de la historia social. Con el tema de la cofradía, tendremos que vérnosla con el pensamiento de Karl Marx, fundador de la ciencia de la economía política, disciplina que aporta a la historia social las categorías de fondo para su análisis social: la ley del valor, producto neto, producto global, trabajo productivo, trabajo improductivo, trabajo simple, trabajo complejo. La historia social es una concepción teórica y metodológica que asume una perspectiva de totalidad en el análisis histórico.

La encomienda y las Cofradías fueron fundamentalmente la célula inicial capitalista en nuestras tierras. Hasta que llegó la sombra del mercado mundial que abrió sus puertas de par en par, en el siglo XVI, y hacia él afluían los sudores iniciales del hombre encomendado. Las relaciones de producción se fundaron sobre un trabajo impuesto por la fuerza, esencialmente enajenado: se trabajaba para un Dios, para los servidores de un Dios ajeno, se trabajaba como un deber a Dios. Ese velo místico o religioso encubría la subordinación del trabajo indígena al capital encomendero, encubría el saqueo y explotación que se hacía al indígena, tanto en la encomienda de servicios como la de tributos.

En el mismo orden de ideas, no podemos desligar la existencia de la esta cofradía en los tiempos modernos, sin tener en cuenta el surgimiento de las mismas en la época colonial de Venezuela. Para ello, se nos hace imperativo el abordar el estudio de las mismas en el mundo de la catolicidad. El catolicismo es una religión que, como el Islam o el Judaísmo, tiene una vocación universalista, pero no es menos cierto que esta religión se impregna de lo local y que, quizá allí radique el secreto de la larga supervivencia de la Iglesia .

Con el Dr. Luis Cortes, reconoceremos que desde sus inicios hace más de dos mil años, la Iglesia tomó prestada de la cultura griega la palabra KATHOLIKOS que tiene el significado pleno y cabal de universal. Heredera de la cultura greco-latina, que en alianza con el sentimiento religioso del pueblo judío, la Iglesia católica bien pronto se hizo religión de buena parte del mundo. Al llegar al Nuevo Mundo americano, se convierte en la religión que ha moldeado nuestro quehacer histórico.

Cabe agregar, que desde su inicio, la iglesia ha empleado el arte como un fuerte medio de instrucción y edificación. En los primeros siglos las paredes de las catacumbas estaban decoradas con pinturas y mosaicos, a través de su historia las iglesias han permitido que sus paredes, techos, ventanas, al igual que sus altares, muebles, libros y utensilios litúrgicos sean adornados con escenas del nuevo y antiguo testamento, de la vida y leyendas de los santos y hasta con antiguas historias mitológicas, modificadas por supuesto y armonizadas con la enseñanza cristiana. Tal como se ha visto, la iconografía cristiana o en otras palabras las imágenes santas son una viva descripción histórica, e interpretativa de las representaciones tradicionales de Dios, llevada a niveles como los santos y otros objetos sagrados que la población mundial le venera o le rinde culto sin importarle de que esta elaborada.

La fiesta religiosa popular tiene una dimensión de alegría, de esperanza, de solidaridad, es exaltada por el hecho de que los ciudadanos se sienten cercanos y familiares a los santos, a las imágenes y otras manifestaciones de fe que conllevan en sí un alto sentido de espiritualidad que a través de los tiempos las personas manifiestan en todo el territorio venezolano.

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