De La Santería Al Candomblé
Enviado por • 3 de Julio de 2013 • 4.814 Palabras (20 Páginas) • 571 Visitas
V Encuentro de Estudios Afroamericanos.
Título: De la Santería al Candomblé.
AUTORA: Dra. Ana Rosa Aparicio Torres
1 - JUSTIFICATIVA:
La construcción de los elementos identitarios y dentro de ellos la religión, preocupa hoy a profesionales de las diferentes áreas del conocimiento; psicólogos, sociólogos, antropólogos, lingüistas, filósofos y pedagogos de ámbitos académicos y científicos, por la influencia que tiene en la sociedad. Y la ciencia tendrá que acompañar este proceso si se quiere explorar el impacto de las religiones y analizar su significatividad en el estilo de vida de los pueblos latinoaméricanos.
El presente proyecto se inserta en la línea de estudios sobre identidad cultural que ha venido ganando cada vez más espacios en las ciencias sociales, políticas y humanísticas durante los últimos años en America Latina. Esto se explica porque el sistema de signos que constituye la cultura se constituye activamente a través de acciones apropiadas por símbolos que marcan la interacción de uno con otro.
En la construcción del significado, la interpretación de los sucesos/ acontecimientos se basa en la experiencia de cada persona y el campo de percepción. El contexto de la situación y el contexto de la cultura en los que ocurren las acciones son constitutivos de estas acciones; estos contextos le infunden a las acciones la coherencia pragmática necesaria. A medida que los sujetos se expresan, actúan, van delineando marcos de expectativas que tienen en común con otros miembros del grupo y quienes comparten la misma historia de la vida y el mismo contexto de cultura y religión. Basados en estas expectativas, los sujetos se colocan ellos mismos cara a cara al contexto situacional de un intercambio determinado por medio de símbolos de contextualización. Estas claves de contextualización son evidencias de inferencias situacionales que hacen los sujetos basados en sus marcos culturalmente compartidos y aplicados a situaciones determinadas de intercambio, es decir, diálogos /conversaciones, modos de actuación,practica religiosa…etc.
La actualidad del tema de investigación consiste en la necesidad de estudiar y divulgar la significación, e impacto de la Santería cubana como lo es el Candomblé para Brasil, como uno de los factores más importantes en el proceso de construcción identitaria de los dos pueblos.
En África los conservadores y transmisores del conocimiento histórico, cultural y religioso tradicional fueron, y han sido, los ancianos porque, justamente por haber vivido más, acumulan mayor experiencia y sabiduría.
Es muy acertada la observación del babalawo Víctor Betancourt, en lo que se refiere a los cambios sufridos en las prácticas religiosas yorubas en Cuba y en Brasil. Él subraya el hecho de que los primeros esclavos que llegaron a Cuba, y posiblemente a todas las colonias adonde fueron llevados, eran en su totalidad hombres y mujeres muy jóvenes y fuertes, condiciones esenciales para poder realizar el duro trabajo para el cual eran capturados.
Evidentemente ese rasgo fue muy importante, pues la religiosidad yoruba tuvo que ser reconstruida únicamente mediante el recuerdo de aquellos que, a pesar de su juventud, habían conocido ciertas prácticas. Probablemente algunos de los esclavos tenían más edad de la que representaban y guardaban un mayor número de recuerdos y conocimientos que los otros. Posteriormente, la tradición oral nos habla de la llegada de hombres y mujeres con amplios conocimientos del culto a los Orichas.
En l955, Alejo Carpentier, al comentar desde Caracas el título El Monte, de Lydia Cabrera, citaba de memoria una opinión del gran músico brasileño Villalobos, quien enfatizaba sobre el hecho de que las religiones aportadas por los africanos en América, al estar en contacto con otras religiones, principalmente la católica, eran diferentes a las practicadas en las tierras de África.
Los iniciados y los creyentes en la Santería cubana o en el Candomblé brasileño han practicado las dos versiones o adecuaciones de la religión de los yorubas, en algunos casos de forma similar, y, en muchos otros sentidos, diferente. Sus formas tradicionales, heredadas de los africanos procedentes de las tierras de los yorubas, nos aportaron una cultura y una religiosidad muy diferente a la de los esclavistas españoles, portugueses, ingleses y holandeses.
Llama la atención que, mucho antes de 1959, ya un estudioso cubano de la santería expresara lo siguiente:
“Lo que la santería es para Cuba lo es el Candomblé para Brasil y el Vudú para Haití. Los estudios verificados hasta ahora respecto de esas tres manifestaciones concretas permiten llegar a esa conclusión”.
Esa religiosidad sufrió adaptaciones, teniendo en cuenta los contextos geográficos, sociales, culturales y religiosos en los cuales fue obligada a sobrevivir, a veces, de manera oculta, y otras, de manera más abierta. De todos modos, siempre fue considerada por la cultura eurocéntrica dominante como algo practicado por personas no civilizadas, por lo que no fueron pocos los hombres y mujeres que la negaron para ser aceptados como exponentes de los asimilados a la cultura y religiosidad dominantes. Otros, por el contrario, como ya se ha expresado, hicieron gala de la cultura de la simulación. Este simulacro de adoración a la Virgen de Regla, o a Santa Bárbara, cuando en realidad a quienes evocaban en esas imágenes y en esos nombres eran a Yemayá y a Changó, fue la única alternativa que tuvieron los africanos y las primeras generaciones de sus descendientes para salvaguardar sus esencias identitarias culturales y religiosas ante los intentos colonialistas de hacerlas desaparecer.
Posteriormente ese proceso fue calificado, por algunos especialistas, como sincretismo yuxtapuesto, superficial. Dicho proceso estuvo muy claro en la mente de las primeras generaciones, pero fue asimilado de modo diferente por otras que, con el distanciamiento temporal y espacial, perdieron la perspectiva inicial de esa estrategia de supervivencia o de resistencia cultural.
Obviamente la esclavitud impedía a sus practicantes la libertad de movimiento, de comunicación. Además el hecho de que convivieran esclavos procedentes de diversas etnias, cultivadores de creencias y costumbres diferentes, provocó lo que originalmente Fernando Ortiz llamó “cultura afrocubana”. Esta implica la consideración de las creencias y costumbres de los africanos y de sus descendientes como un todo, resultado de las dinámicas influencias que tenían lugar entre ellas. Los estudios de Rómulo Lachatañeré “Las influencias bantú-yoruba en los cultos afrocubanos” y “Rasgos bantúes
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