Deuteronomio 30, 15-20
Enviado por jaimeso • 25 de Abril de 2012 • 928 Palabras (4 Páginas) • 2.913 Visitas
DEUTERONOMIO 30, 15-20
Moisés habló al pueblo, diciendo: “Mira, hoy te pongo delante la vida y el bien, la muerte y el mal”.
Dios nos da la libertad de elegir, “el libre albedrío”, porque somos libres de elegir entre el bien y el mal, Dios no nos obliga a nada. “Para ser libres, Dios nos ha hecho libres”. La libertad es uno de los valiosos regales dados por Dios al hombre a través de lo cual ejercitamos la voluntad para tomar nuestras propias decisiones. El propósito de Dios no fue hacer marionetas o títeres para manejar a su antojo, no, él nos regala la libertad para poder escoger entre el camino del bien o el mal. Cuando elegimos el bien, la vida; tendremos como resultado alegría, pal, gozo, felicidad, etc.
Peros si por el contrario elegimos la muerte, el pecado, el mal, tendremos como resultado tristeza, depresión, insatisfacción, desanimo, etc. Depende solo de cada uno de nosotros tomar la elección correcta para ser realmente felices. Porque la felicidad es una decisión personal, no es algo que dependa de los demás. ES tu decisión ser feliz, elige la vida… la vida sólo se encuentra en el señor, en el amor… Amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo.
SI OBEDECES LOS MANDATOS DEL SEÑOR, TU DIOS, QUE YO TE PROMULGO HOY, AMANDO AL SEÑOR TU DIOS, SIGUIENDO SUS CAMINOS, GUARANDO SUS PRECEPTOS, MANDATOS Y DECRETOS, VIVIRÁS Y CRECERÁS.
La palabra es para todos, niños, viejos, adultos, jóvenes; Dios nos da a escoger a todos; al niño cuando escoge el bien que es el obedecer, portarse bien, cumplir con sus deberes, respetar a las personas…vive tranquilo, está lleno de alegría, paz. Todo lo contrario de cuando opta por el mal.
Las mujeres cuando eligen el bien, dan vida y permiten que en ellas germine la vida, se valoran, optan por el matrimonio o la castidad, lo que les da bienestar, sentirse bien con ellas mismas les da seguridad. Pero si por el contrario escogen el otro camino, el aborto, la sexualidad desenfrenada, el consumismo, la vanidad; esta elección tendrá como resultado, tristeza, frustración, insatisfacción, muerte de su ser.
En los matrimonios escoger el bien es abrirse a la vida, respetarse el uno al otro, disculparse, morir a mis gustos, mis inclinaciones para que el otro sea feliz. En cambio escoger el mal es la falta de perdón, la intolerancia, la falta de respeto mutuo, la violencia.
Los viejos, al elegir la vida tienen la certeza del amor de Dios que los acompaña, están pegados a él, porque solo el señor tiene palabras de vida eterna.
El joven y el adulto que elige la vida, que elige la vida, que elige a Cristo, ve que su existencia progresa, que es alegre, que sus relaciones con el entorno y con las personas son positivas, se siente útil y sabe que puede servir a los demás. Es consciente que Dios le da la paz.
Todo lo que hacemos tiene consecuencias buenas o malas. No
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