Devocionario
Enviado por alex_pacheco • 30 de Julio de 2014 • 593 Palabras (3 Páginas) • 666 Visitas
DEVOCIONARIO
AL
ESPIRITU SANTO
DEVOCION AL ESPIRITU SANTO
Señor, abrid mis labios y mi lengua cantará vuestras alabanzas.
Dios mío, venid en mi ayuda. Apresuraos, Seños a socorrerme. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu santo.
Así como el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amen.
Venid, Divino Creador, Espíritu Santo, a visitar las almas de los vuestros, y llenad de vuestra gracia celestial los corazones que habéis creado.
Vos sois el consolador el Dios Altísimo fuente de agua viva, fuego sagrado, caridad y unión espiritual.
Vos sois quien nos santificáis con los siete dones de vuestra gracia.
Vos sois el dedo de la diestra de Dios: el Padre Eterno os había prometido a la iglesia y vajando sobre los Apóstoles los hiciste elocuentes.
Iluminad nuestros sentidos llenad nuestros corazones y fortificad nuestra debilidad con una virtud inalterable.
Alejad de nuestro espíritu el enemigo, Dadnos sin demora a gustar de nuestra paz y siendo Vos mismo nuestro guía, haced que evitemos rodo lo que nos pueda dañar.
Dadno una viva fe que nos haga creer en un Dios en tres personas a saber: el Padre, el Hijo y Vos, que soy el Espíritu procedente del Padre y del Hijo.
Gloria al Padre Eterno, Gloria al Hijo que resucito de entre los muertos, Gloria Al Espíritu Santo. Así sea.
Se reza 50 veces la siguiente:
JACULATORIA
Venid Espíritu Santo mover los corazones que nos pueden hacer bien.
Se puede hacer uso del Rosario, diciendo en cada decena el lugar de Ave María la Jaculatoria.
Venid Espíritu Santo…. y en lugar de Padre Nuestro la siguiente:
ORACION
El Padre lo ordene el Hijo lo disponga y el Espíritu Santo aplaque los corazones que están en contra nuestra
VENI SANCTE SPIRITUS
Ven Espíritu Santo y de tu luz envía al alma, que te ansia un rayo bien hechor.
¡Padre del Desvalido, dador del bien! desciende y el corazón enciende un plácido fulgor.
Consolador supremo, dulce huésped del alma.
¡Oh venturosa calma! a consolanos ven.
Descanso al fatigado, templanza en los ardores y al llanto y los dolores, salaz eres también.
¡Oh llama bienhechora! Inunda con tus dones los fieles corazones que anhelan solo a ti. ¿Que valen sin tu ayuda los débiles mortales? Sin Ti miseria y males en ellos siempre vi. Las manchas viles lava, al árido da riego, y sana, yo te ruego mi herido corazón. Mi nieve en Fuego torna doblega mi aspereza, mis pasos endereza los que torcido van. La gloria de tus dones da a tus fieles, eterna bendición paterna, rogàmosle también. Inspírales virtudes sus obras perfecciona Y de inmortal corona circúndales la sien.
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