Dia De Muertos Vs. Halloween

UNIVERSIDAD PANAMERICANA CENTRO DE LENGUAS

Redacción Profesora: Rebeca Bustamante Soto

Diego Espinoza Bustamante Martes 29 de noviembre de 2011

HALLOWEEN vs. DÍA DE MUERTOS

No es extraño darnos cuenta, gracias a los hechos, que comúnmente el día de Halloween va teniendo más empuje, en México, que el día de muertos, pues la experiencia nos dice que se ve mayor euforia al momento de celebrar la “noche de brujas” en lugar de el “día de muertos”. Mientras el primero de estas dos celebraciones es catalogado como un evento divertido y digno de la gente nice, esta tradición cristiana y, al mismo tiempo, mexicana, es catalogada como un festejo aburrido y, con raíces sumamente indígenas, pasadas de moda y que no tiene nada que ver con la realidad. Sin embargo, entre estas dos fiestas, <<el “día de muertos” es el festejo importante>>. El propósito en este ensayo es hacer ver que el dos de noviembre, fecha de la celebración del “día de muertos”, va más allá de una tradición indígena y poco realista, si se ve con la lupa de la fe católica, a comparación del día de muertos. (ESTA ES LA HIPÓTESIS DEL TEXTO ARGUMENTATIVO). Por otro lado, ¿es posible que una celebración que promueve figuras malvadas deje algo bueno a nuestra sociedad, en comparación con una tradición cristiana (que, por venir de dicha tradición, no puede ser destructiva o degenerativa)? (1er. Recurso: Pregunta retórica).

El primero de noviembre, para la Iglesia Católica, es la celebración del “día de todos los santos”, en donde, la fe romana nos recuerda que esta es la llamada universal a todos los hombres; la santidad. Tal celebración no hace énfasis solamente en aquellos personajes que actualmente se encuentran en los altares, a los cuales los católicos veneramos con gran devoción, sino a todas aquellas personas que, después de su caminar por este mundo, han llegado a la Gloria Eterna, independientemente si son o no reconocidos. Ahora bien, esta condición del alma no consiste exclusivamente a hombres superdotados que fueron mártires o tuvieron visiones; ¡No! Esto se refiere a aquellas personas que supieron llevar, con sentido cristiano, todas las virtudes humanas. Por poner un ejemplo para poder aterrizar con hechos tangibles a lo que me refiero (2do. Recurso: Ejemplo): Un hombre santo, o bien, virtuoso con sentido cristiano es aquél que se despertaba todos los días a la hora exacta, sin un minuto de retraso, y se lo ofrecía a Dios. Un hombre virtuoso, con sentido cristiano, es aquél que realizaba bien su trabajo, pero rectificada su intención y se lo ofrecía a Dios.

Como diría san Josemaría Escrivá de Balaguer (3er. Recurso: Respaldo de autoridad]), << la santidad consiste en hacer, con rectitud de intención, cada deber cotidiano>>.

Ahora bien, hablando del “día

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