EL DIOS DE LA IGLESIA

EL DIOS DE LA IGLESIA

• Todo lo que hacemos como iglesia debe ser para su honra y gloria

• Si todavía hay cosas que debemos limpiar, pidámosle a Dios pues él es poderoso para limpiarnos de toda maldad y su propósito él lo va a lograr, el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo

• Dios es un buen esposo y todo lo que él ha dicho, lo va a cumplir, por tanto no hay un solo hijo de él que quede sin ser perfeccionado, ese es el descanso que tiene su iglesia, su esperanza, la esperanza que hay en Cristo. Es Dios quien nos guía.

• Que jóvenes enseñen: es para que los mayores los cuiden, para ver la humildad de la Iglesia, que la Iglesia aprenda a escuchar la palabra de Dios y no tenga en poco la juventud.

• Debemos saber percibir cuando Dios habla, debemos saber examinar lo que escucha y si lo que se escucha se conforma a las Escrituras, debemos ser estudiantes de la Palabra, meditadores de las Escrituras y así comprobar si es Dios el que está hablando y ministrándonos a través de cualquier persona, pero es Dios siendo fiel a su palabra dándonos siervos conforme a su corazón.

• Tenemos un arduo trabajo, si eres un hijo de Dios entonces tus ojos están abiertos y sabrás si la persona que está delante de ti es de Dios a través de las Escrituras.

• Los que asistimos a la Iglesia estamos puestos ahí para servir.

• El Señor no va a desamparar a sus ovejas, si somos ovejas de Cristo vamos a tener el corazón de Cristo, Isaías 66:1-2 “Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo? 2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.”

• Pueblo mío despertad, escuchad la voz de Dios

• El hizo la creación el Universo es finito, el único infinito es Dios

• Si logramos llegar a la presencia de ese Dios sabiendo quién es ése Dios a quien nos referimos entonces habrá una real humillación, ¿qué tenemos en mente cuando oramos a Dios? Pensamos en quién es Él?

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