EL NOVIAZGO BENDECIDO POR DIOS

EL NOVIAZGO BENDECIDO POR DIOS

Romanos 12:1,2

LA REALIDAD DE NUESTRA SOCIEDAD.

El rumbo que ha tomado el mundo actual respecto al noviazgo, pareciera querer cambiar y contradecir el "estilo" de vida llevado por décadas y vivido por miles y miles de personas. Hoy ya casi no se mencionan las palabras "noviazgo" y "compromiso". Se reemplazan diciendo sencillamente: "Sólo somos amigos" o “Es mi compañer@”.

¿Acaso son solamente amigos aquellos que se abrazan y se besan "efusivamente por las calles y las plazas?

¿Qué les propone el mundo de hoy a los jóvenes? Lo que nuestra sociedad les propone a los jóvenes es:

• Una vida sin compromiso de unos con otros. Por eso encontramos miles de jóvenes que sólo están juntos unos pocos días para luego volver cada cual por su lado en busca de nuevas aventuras amorosas. Para muchos adolescentes de hoy el noviazgo es cosa de "atrasados". Ellos dicen: "¿Para qué quiero comprometerme con una persona, si puedo tener varias relaciones a la vez?" El falso concepto del éxito que nos ha vendido nuestra sociedad decadente ha penetrado en la mente de la juventud, incitándolos a tener aventuras amorosas con cuanto hombre o mujer se cruce por su camino. Muchos piensan sólo en hoy y no en las consecuencias devastadoras del futuro.

• Una vida sexual libertina; teniendo relaciones con la mayor cantidad de personas y todas las veces que sea posible. Las experiencias sexuales prematrimoniales son cosa de todos los días, algo normal entre los jóvenes. Por eso encontramos jovencitas con embarazos no deseados, madres jóvenes solteras y, en algunos pocos casos, matrimonios unidos sólo porque tuvieron un hijo y sus padres les forzaron a casarse. Si la sociedad de hoy tiene razón en todo lo que propone, ¿Por qué hay cada vez más jóvenes infelices, al borde del suicidio y la locura?

¿Por qué cada vez el índice de divorcios y separaciones aumenta? Es evidente, por los hechos y las estadísticas, que hay algo que anda mal, muy mal. Se podría decir que para la juventud de este tiempo no hay esperanza alguna. Nuestra sociedad con todo lo que propone, sólo puede ofrecerle al joven cosas triviales, perecederas; pero no puede brindarle propósito, esperanza y felicidad. Sólo Jesucristo, el Hijo de Dios, puede darle a la juventud lo que le falta.

Jesucristo propone a la juventud una vida de compromiso.

Cristo quiere que el joven tenga una vida de compromiso:

• Para con Dios - El joven necesita comprometerse en primer lugar con Dios, el Creador de todas las cosas. Cuando el joven reconoce que ha errado el blanco, se arrepiente de haber vivido así, livianamente, y se convierte, dando un giro de 180º y recibiendo en su corazón a Jesucristo como su Salvador y Señor de su vida, comienza para él una vida digna de vivirse, donde hay valores eternos absolutos, que hacen del joven un valioso aporte para la sociedad y no una lacra social.

• Para con los demás - Cuando eso sucede, "cambian de color" las intenciones para con el sexo opuesto. No procura usar a los demás para satisfacerse (por ejemplo, sexualmente), sino que depende de Dios para entablar una relación de noviazgo con el propósito de continuarla hacia el matrimonio. De esa manera se respeta a sí mismo y a los demás. El cambiar de acompañante deja de ser hábito, y la fidelidad para con una sola persona aumenta; dedicándole amor y cuidado para toda la vida. El amor deja de ser "libre", y se transforma en amor exclusivo hacia una persona específica; buscando el bien de ella primero, en vez de la satisfacción propia.

Jesucristo es el transformador por excelencia.

Sólo Él puede cambiar la futilidad de una vida, transformándola, a fin de ella disfrute la plenitud, la abundancia de Dios.

LA MAYOR PREOCUPACIÓN.

• ¿Sabías que de tu elección del compañero o compañera depende la felicidad o la frustración total de tu vida?

• ¿Sabías que el período de noviazgo es la raíz del futuro matrimonio? Si éste ha sido bueno, el resultado será favorable; si ha sido malo, las consecuencias serán desastrosas.

• ¿Sabías que la mayoría de los jóvenes deseosos de entablar una relación seria de noviazgo sienten muchas veces una gran preocupación acerca de "cuál será" su compañero?

Los jóvenes deseosos de entablar una relación seria de noviazgo son conscientes de que pueden errar al blanco y pagar caras consecuencias. Cuando uno habla con jóvenes de ambos sexos interesados en el noviazgo surgen las preguntas: ¿Con quién me voy a casar? ¿Dónde estará? ¿Faltará mucho tiempo para poder conocerlo? ¿Seré feliz?

La mayor preocupación de tu vida puede transformarse en la mayor bendición. Si ya eres un hijo o una hija de Dios, has dado el gran paso para recibir al compañero de tu vida.

Isaías 35:8 dice: “Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.” El pasaje habla de "Un Camino De Santidad". Ese camino es el de la voluntad de Dios. El que anduviere en ese camino, por torpe que sea, no se extraviará.

¡Maravilloso! Dios promete su guía a fin de que no te desorientes

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