EL PARADIGMA DE LA MUJER A LA LUZ DE PABLO Y JESÚS: Igualdad e Inclusión

EL PARADIGMA DE LA MUJER A LA LUZ DE PABLO Y JESÚS: Igualdad e Inclusión

Autor ensayo: Juan Camilo Leandro Esguerra Benavides.

Materia: Ética Bíblica.

Maestro: Javier Barco.

INTRODUCCIÓN        

         La posición de la mujer en la historia bíblica ha sido muy discutida al notar menosprecio hacia ella, al referirse a ella como objeto, como poco valor y sin posibilidad a hablar por si sola.  En este ensayo se tratará este dilema moral en el Nuevo Testamento exponiendo las visiones sobre la mujer por parte del apóstol Pablo y del Señor Jesús, comparando y mostrando similitud por parte de estos grandes personajes bíblicos, apoyándose en diferentes libros y en la Biblia misma. El ensayo tendrá tres puntos esenciales, los cuales son:

• Postura del apóstol Pablo sobre la posición sobre la mujer.
• Postura del Señor Jesús y su trato hacía ella.
• Conclusión.

         La mujer en el Nuevo Testamento comienza a tener un poco más de participación en la historia bíblica, se nota un poco más pero sin dejar de lado la posición patriarcal que se movía en este contexto. Se comenzará citando la posición de Pablo hacía la mujer, posición que de una u otra forma seguía con los parámetros patriarcales de la época.

Pablo y la mujer

        Para empezar a desarrollar la posición de Pablo se debe tener conocimiento de quien es él para así mismo poder entender su postura. Pablo nació en una familia de judío fariseos con cultura helenística que  poseían el status jurídico de tener ciudadanía romana. Pablo antes llamado Saulo de Tarso, tuvo su preparación hebraica en su temprana edad, después continúo sus estudios y preparación en Jerusalén con los mejores doctores de la Ley como fue el famoso rabino Gamaliel, gracias a esto adquirió una excelente y sólida formación teológica, jurídica, mercantil, filosófica e idiomática, hablaba griego, latín, hebreo y arameo. Pablo se convirtió al cristianismo gracias a un encuentro que tuvo con Jesús narrado en Hechos 9: 1-18.

         Teniendo en cuenta lo anterior, Pablo fue formado toda su vida bajo las directrices hebreas y griegas de la época, esto quiere decir con un pensamiento patriarcal hacía la mujer. Para explicar esto se citará los siguientes versículos bíblicos:

• “Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón.” 1Cor. 11:7 Este versículo da a entender junto con su contexto que la mujer de alguna forma es inferior al hombre, ya que como lo dice la epístola de Corintios, el hombre es a imagen de Dios y gloria de él, pero la mujer es del hombre, dando a entender el contexto, que la mujer viene es del hombre mas no de Dios mismo. De igual forma, Pablo aclara en versos más adelante  que en el Señor, ninguno es nada sin el otro, y que así mismo como el hombre procede de Dios, de igual forma procede de la mujer  (1Cor. 11:11-12).
• “vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.” 1Cor. 14:34-35. En estos versos se ve a un Pablo machista, donde menosprecia la participación de la mujer en la congregación y la limita a su casa y al tener comunión en la iglesia estrictamente con su esposo.
• “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.” 1Timoteo 2: 11-14. En estos versos se ve más claro la posición machista por el pensamiento patriarcal de la época de Pablo y de la inferioridad que él pone hacía la mujer.
• En Colosenses 3:18, Efesios 5:22 y 1ª Pedro 3:1-7, hablan que la mujer debe estar sujeta al hombre para testimonio de su fe en Cristo, de igual forma al finalizar los versos en 1ª Pablo incita al hombre a dar honor a la mujer perteneciente de la gracia.

         Con los ejemplos anteriores se puede visualizar superficialmente que  Pablo tenía y seguía con el pensamiento patriarcal de la época pero era lo contrario, Pablo en sus cartas menciona la participación constante de la mujer en el ministerio:

• “Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles.” Rom. 16:3-5 RVR60
• “Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor.” 1 Cor. 16:19 RVR60
• “Saluda a Priscila y a Aquila, y a la casa de Onesíforo.” 2 Timoteo 4:19 RVR60

        En los anteriores versículos, Pablo resalta la participación de Priscila al igual que su esposo y les reconocía como “colaboradores en Cristo Jesús”, esto da muestra que de alguna forma las mujeres apoyaban el ministerio dirigido por Pablo y eran tenidas en cuenta.

        Pablo hablo sobre la igualdad espiritual “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.” Gálatas 3:28 RVR60, este fue el principio general en que se dio una igualdad entre hombre y mujer, teniendo en cuenta que se refería a una igualdad espiritual en Cristo.  

El reverendo Perry Braxton (Fitzwater, 1969) dice: “En el tiempo de Pablo, entre los paganos, las mujeres eran consideradas como esclavas de los hombres. Por lo tanto, cuando por medio de la predicación de Pablo acerca de la igualdad espiritual de los hombres y las mujeres en Cristo la verdad se posesionó de las mujeres de Corinto de que no eran el juguete o la esclava de hombre, se pasaron los límites de la decencia.” (p. 53)  Como el autor expone anteriormente, esta declaración de Pablo llevo poco a poco a que la mujer comenzará a chocar socialmente en la época, como dice el autor (Fitzwater, 1969) “se pasaron los límites de la decencia” (pag. 53), iban a la asamblea pública (sinagoga) sin velo para orar y profetizar, acción que para el contexto socio-cultural era contrario a todo.  Pablo quería impulsar a la mujer a que espiritualmente era igual al hombre pero que por el contexto socio-cultural, la mujer no podía salir de sus responsabilidades sociales. El Rev. Braxton dice  que (Fitzwater, 1969) “la subordinación al hombre no implica la inferioridad” (p.54), ya que la mujer puede poseer facultades mentales, físicas y espirituales superiores al hombre pero que estos deben y son ejercidos en otra esfera, “…la subordinación de la mujer no está en desacuerdo con su igualdad.”

...