DERECHOS POLÍTICOS E IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES
Enviado por ivanmedel1 • 9 de Octubre de 2012 • 1.075 Palabras (5 Páginas) • 858 Visitas
ablar de derechos humanos, obliga a pensar en el concepto de humanidad, como el referente de identidad más amplio y plural que puede concebirse. La pertenencia a este inmenso colectivo solo tiene como requisito ese, ser humano.
Sin embargo en nuestro día a día, en la vida en casa, en el trajín de la calle, en los espacios comunitarios, los derechos parecen estar clasificados por requisitos o características adicionales a las que tenemos, que distorsionan la premisa básica de la igualdad. Es conocida ya la larga historia de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres.
Se debe poner especial atención a la importancia de los derechos políticos ya que son los detonadores del resto de las garantías individuales y sociales en materia de equidad
Todos tenemos un deseo de pertenencia por ser miembros de y participar en una ciudadanía democrática. ¿Cómo se pueden establecer procesos de inclusión que en consecuencia no ignoren aquellas diferencias que significan desigualdades y particularmente desigualdades por razón de género?
En su artículo sobre “Mujeres, acción política y elecciones en la Ciudad de México”, Marta Lamas cita a Carlos Monsiváis en su descripción del voto.
“El voto es el ingreso al punto de vista comunitario, y es un refrendo de los compromisos que cada quien, al ejercerlo ratifica o emprende. Paulatina o rápidamente (muchísimo depende de la edad, la información y la educación disponibles, y las ventajas o desventajas de la obediencia), el voto desemboca en una apropiación mínima pero irreversible de la vida pública”. (Lamas, Marta 2006)
El voto es sin duda un beneficio de esa pertenencia y es también una responsabilidad. La lucha de las mujeres por ejercer el voto está vinculada a ambos objetos. Porque en la concepción feminista las relaciones humanas están basadas en el reconocimiento del otro y todavía más allá, la responsabilidad del nosotros.
Los derechos políticos tienen su origen en el derecho al voto. Los avances en materia legal para garantizar el voto de las mujeres son evidentes. Sin embargo, las prácticas socio-culturales mantienen cierto grado de marginación que se reproduce en el ejercicio del voto.
El proceso de votación en México que inicia con la integración del padrón electoral y culmina con el conteo de nuestros sufragios, tiene todavía peligrosas tentaciones que hacen vulnerable el derecho de las mujeres a decidir quien tomará las decisiones públicas que les atañen. Esto se debe en la mayoría de los casos a los usos y costumbres de las comunidades, en los que los roles familiares siguen siendo determinantes para cualquier actividad comunitaria, de modo que la mujer no se mueve nunca o casi nunca del hogar y el hombre es el único que se desplaza para votar.
La garantía de los derechos humanos de las mujeres está íntimamente ligada con sus derechos políticos. Es difícil pensar que si no hay mujeres tomando decisiones públicas e influyendo en ellas, los hombres cederán privilegios y velarán por los derechos de las mujeres. Eso no ha sucedido, casi nunca. Los avances en derechos políticos de las mujeres han sido logros obtenidos y promovidos por mujeres. Por eso es indispensable abrir las puertas para que las mujeres accedan al poder.
Además hace falta contar con un entramado social que se articule sobre nuevas ideas de familia y sociedad, lo que implica una profunda transformación cultural que renueve las relaciones entre hombres y mujeres.
La pobreza es parte de las desigualdades
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