EXPLICACIÓN PADRE NUESTRO
Enviado por SANTJOHN • 24 de Agosto de 2011 • 681 Palabras (3 Páginas) • 951 Visitas
“Padre nuestro …”
Me
emociona saber que en el idioma original esta frase puede traducirse
como “Nuestro papito”, algo que aprendí de Donaldo. Algunas veces uso
esta expresión de cariño cuando oro en público. Dios quiere envolvernos
con sus brazos y darse a conocer para que crezcamos espiritualmente, al
igual que un padre terrenal sostiene a su hijo sobre sus rodillas y
lleva la cuchara hasta su boca.
“… en los cielos, santificado sea tu nombre”.
Nuestro Padre “vive” en el cielo. Él es el centro del universo. Sostiene los
planetas y supervisa cada ley natural que gobierna la vida en este
pequeño punto azul y blanco que llamamos Tierra. Él está por encima y
más allá de todos los padres terrenales, y sin embargo podemos entrar
en comunión con él. “Vengan, pongamos las cosas en claro, dice el
Señor” (Isa. 1:18, NVI).
Nuestras mentes se esfuerzan por comprender qué privilegio es estar en comunión con el Creador del universo. Y por ello, cuando ingresamos a su casa, lo hacemos con reverencia, porque esperamos ansiosamente que su voz suave y apacible hable a nuestra conciencia.
“Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”.
Jesús describe el reino de nuestro Padre cuando dice: “El que quiera hacerse
grande entre vosotros, será vuestro servidor; y el que de vosotros
quiera ser el primero, será siervo de todos” (Mar. 10:43, 44).
Debemos preguntarnos si nos estamos preparando diariamente para vivir en ese
reino. Al prepararnos para asistir a la iglesia cada sábado de mañana,
nuestra actitud debiera ser: “Padre, muéstrame cómo servir a otra
persona en el día de hoy”. Nuestros oídos deberían estar listos para
escuchar con simpatía, nuestras lenguas preparadas para hablar con
amabilidad, y nuestras manos para brindar un toque reconfortante. Si
nuestra actitud es amar a otros antes que a nosotros mismos, hay buenas
probabilidades que se haga la voluntad de nuestro Padre en esta tierra.
“El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”.
Cada día nos fortaleceremos con alimento espiritual de manera de compartirlo
con los que veamos a lo largo del día. Al mirar el menú espiritual del
día cada sábado de mañana, no daremos vuelta la cara en caso que este
no parezca satisfacer nuestras necesidades inmediatas. Por el
contrario, consideraremos de buena gana que el estudio de la lección y
el mensaje del pastor podrían contener las vitaminas y los minerales
que otra persona necesita desesperadamente.
“Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos
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