Ebed melec

Ebed-melec, un hombre valiente

SIEMPRE que alivies el dolor de otro ser humano, tu vida no será en vano” es una interesante frase para comenzar este discurso. Seguramente nos hemos dado cuenta de lo sencillo que es en este mundo egoísta ‘cerrar la puerta de la bondad, compasión y amor’ y pasar por alto  las necesidades de nuestros hermanos. Aun así, se nos manda amar al prójimo y tenernos amor intenso unos a otros. Sin embargo, es probable que también estemos al tanto de esta realidad: aunque nuestra firme intención es amarnos unos a otros, solemos pasar por alto las oportunidades de aliviar el sufrimiento de los demás. La razón, tal vez sea sencillamente que no conocemos sus necesidades.

EBED-MELEC no era israelita, sino eunuco etíope. Servía en la corte de Sedequías, en Jerusalén. Aunque estuvo rodeado de funcionarios corruptos e impíos, Ebed-melec se distinguió como hombre valeroso y compasivo que tenía en gran estima lo que era correcto.

En  algún momento la ciudad de Jerusalén estaba siendo sitiada por los caldeos. Jeremías, el profeta de Jehová, había declarado muchas veces que la ciudad estaba condenada a destrucción y había estimulado a la gente a salvarse. Esto encolerizó a ciertos príncipes que actuaban como consejeros del rey Sedequías. Ellos estaban decididos a defender la ciudad a toda costa. el profeta era para ellos un obstáculo que estorbaba su esfuerzo por defender con éxito a Jerusalén.

Que paso después, estos príncipes fueron a donde el rey Sedequías y acusaron a Jeremías de socavar la paz de la ciudad. Solicitaron que se diera muerte al profeta por sedición (complot contra el gobierno) que no tenía interés en la paz ni el bienestar del pueblo,, Entonces Sedequías, sede a las demandas y lo entrega, Los pricipes se resolvieron a matar al profeta sin el uso de violencia. Lo bajaron a una cisterna  para que muriera lentamente ya que tampoco había alimento alguno, es decir su muerte era cuestión de tiempo —Jer. 38:6.

Cuando Ebed-melec se enteró de lo que los príncipes le habían hecho al profeta, entró en acción No esperó haber que pasaba o si alguien más hacia algo.. El sabia que Peligraba la vida de un hombre inocente, y por eso, tomo la iniciativa y puso su propio bienestar en posición secundaria. Enfrento a sedequias directamente.

Valerosamente, suplicó a favor de la vida de Jeremías. No temió a las acciónes de los príncipes, aunque sabía que el mismo rey había autorizado esto.

Sorprendentemente, Sedequías autorizó a Ebed-melec a efectuar el rescate del profeta. El rey dijo: “Toma a tu cargo de este lugar a treinta hombres, y tienes que sacar a Jeremías el profeta de la cisterna antes que muera.” (Jer. 38:10)

.¿Por qué ayudo Ebed-melec a Jeremias? Porque confiaba en jehova. Sí, la confianza en Jehová fue la base para que Ebed-melec acudiera en ayuda de un profeta odiado, el sabia que en su momento jehova no lo abandonaría y siempre estaría a su lado.

¡Qué excelente ejemplo nos dio Ebed-melec al no ceder al temor de los hombres, sino valerosamente ponerse de parte del profeta de Jehová! El Altísimo no olvidó el acto justo de Ebed-melec. Tampoco olvidará nuestro servicio fiel, incluso el que acudamos en ayuda de nuestros hermanos en tiempos de extrema necesidad de ayuda.

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