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El Creacionismo, El Evolucionismo Y La Biblia


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2012  •  2.150 Palabras (9 Páginas)  •  842 Visitas

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El creacionismo, el evolucionismo y la Biblia

En este artículo profundizaremos en la dicotomía (división en dos partes de una cosa) evolución-creación, para llegar a la conclusión de que no son términos antagónicos. El creacionismo científico (creacionismo que a través de la teología estudia o define de una u otra forma la vida, el origen del hombre, su destino, y en definitiva su evolución) surgió como reacción ante el pujante evolucionismo materialista (hoy en día todos los científicos aceptan la evolución de las especies, pero hay un tipo de evolucionismo, el materialista, que niega a Dios, y afirma que la materia evoluciona por si misma) , una filosofía nociva para las ideas religiosas y morales de la sociedad americana. Su génesis se encuentra en la actividad de algunos grupos de fundamentalistas protestantes que se organizaron emprendiendo una amplia campaña con la que pretendían conseguir dos objetivos básicos: por una parte, mostrar que la Biblia proporciona conocimientos científicos acerca de la creación y que serían contrarios a las hipótesis evolucionistas; y, por otra, conseguir legalmente que en las clases de ciencia natural que se dan en las escuelas, junto con las teorías evolucionistas, se explique también, dedicando igual tiempo, el creacionismo como concepción alternativa.

La mentalidad de los creacionistas científicos se explica por la confluencia de tres factores:

• Uno es el fundamentalismo protestante que interpreta la Biblia de modo excesivamente literal y que, por tanto, fácilmente considera como científicas algunas informaciones que deben ser entendidas en el contexto del estilo empleado en esas narraciones. Así, el obispo anglicano de Armagh, Usher, a finales del siglo XVII, decidió, basándose en textos bíblicos, que el mundo había sido hecho en el 4004 a. C., cálculo que debió de parecer poco interesante a teólogos de mayor envergadura.

• Otro factor es la historia de los Estados Unidos, que incluye contrastes ideológicos que se remontan a las causas y efectos de la guerra civil y que no han desaparecido por completo.

• Y un tercero es que, de hecho, se difunden tesis evolucionistas de tipo materialista y relativista, que se presentan como científicas pero realmente son extrapolaciones injustificadas carentes de base científica.

El anti-evolucionismo es ya antiguo en grupos del Sur de los Estados Unidos. Después de la guerra civil no se consiguió una unidad religiosa. Los del Sur acusaban a los del Norte de estar infectados por un "espíritu liberal" que se manifestaría, por ejemplo, en afirmar, según el "espíritu" y no la "letra" de la Biblia, que debía condenarse la esclavitud.

El Sur perdió la guerra, pero no estaba dispuesto a perder sus ideas, y se mantenía firme en convicciones que parecían tradicionales frente a la laxitud de los del Norte.

Henry M. Morris, antiguo profesor universitario, doctorado en Hidráulica, y un grupo de creacionistas como él, en 1963, organizaron la Sociedad para la Investigación de la Creación. En 1972, fundó el Creation Research ("Instituto para la Investigación de la Creación", ICR de San Diego, institución privada no lucrativa, cuyo objetivo original es publicar literatura creacionista y hacer campaña en las escuelas públicas en favor de las interpretaciones escriturísticas de los orígenes humanos. A pesar de presentarse como una organización de carácter apolítico y aconfesional, el ICR exige a todos sus miembros una confesión de fe sobre el fijismo de las especies creadas, la universalidad del diluvio y la realidad histórica de la Creación, según el Génesis.

En 1981, Morris obtuvo la aprobación oficial para la escuela superior, que ofrece títulos en Ciencias de la Educación, Geología, Astrofísica, Geofísica y Biología.

En 1986, consiguió trasladarse del campus de Christian Heritage College, en El Cajón, California, a su actual campus. Puesto que el ICR no está refrendado por la Western Association of Schools and Colleges, las escuelas más acreditadas no reconocerán sus títulos ni aceptarán sus créditos de clase para un traslado de matrícula.

El profesor Morris ha dicho que no es su intención solicitar un refrendo de la Western Association, a la que califica de "organización secular, muy comprometida con la teoría evolucionista". Y añade: la Biblia es "nuestro libro de texto sobre la ciencia del creacionismo" pues "estamos totalmente constreñidos a lo que Dios ha considerado adecuado decirnos y esa información es su palabra escrita." Y, en otro lugar: "Si el hombre desea saber algo acerca de la creación, su única fuente de información verdadera es la revelación divina". De tal modo, que la creación habría tenido lugar en días de 24 horas, excluyendo absolutamente toda evolución. Esta perspectiva es compartida por importantes teólogos protestantes de Princeton como Benjamin Warfield, Duane Gish, el reverendo Jerry Falwell y el Sínodo Luterano de Missouri, de donde surgió un buen grupo de colaboradores de Henry Morris para organizar el "creacionismo científico" en 1963. Estos autores intentan poner de manifiesto el gran número de verdades científicas que han permanecido ocultas en sus páginas durante 30 siglos o más, y han puesto en el candelero este movimiento antes minoritario en los Estados Unidos, desde donde se ha difundido por todo el mundo.

Morris desautoriza abiertamente la biología evolucionista en uno de los libros en que ha colaborado, The Bible Has the Answer ("La Biblia tiene la respuesta"), donde se califica la "evolución" no sólo de "antibíblica y anticristiana, sino de absolutamente acientífica, además de imposible. Pero ha servido, efectivamente, de base pseudocientífica para el ateísmo, el agnosticismo, el socialismo, el fascismo y numerosas otras filosofías falsas y peligrosas de los últimos cien años".

Parece que estas corrientes, que han confluido en el "creacionismo científico", ven en el evolucionismo un poderoso aliado del materialismo moderno que pretende difundir a gran escala una visión relativista y atea que socava los fundamentos mismos de la civilización humana. George Marsden, profesor de Historia en Michigan, afirma que los creacionistas científicos han identificado correctamente el contenido materialista de gran impacto social que se presenta apoyado en el evolucionismo. Cita como ejemplo la popular serie televisiva Cosmos, de Carl Sagan, que trasluce una clara visión anti-creacionista. Y señala que los creacionistas han percibido esa filosofía nociva para las ideas religiosas y morales básicas de la civilización, concluyendo, aunque no justificando, que "los defensores dogmáticos de mitologías

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