El Espíritu No Muere.
Enviado por Arcii • 17 de Diciembre de 2014 • 483 Palabras (2 Páginas) • 213 Visitas
Estamos hechos de espíritu y materia. Esta última se descompone y muere. Es lago físico, visible, limitado y expuesto a la enfermedad.
El espíritu, por lo contrario, es la fuerza interna que nos mueve a la acción.
La sentimos, sabemos que está allí aunque no podemos verlo ni, mucho menos, explicarlo.
Nuestra parte material nos exige nuevas cosas y mantenimiento cada día.
Como nuestro cuerpo es visible le hacemos más caso que a nuestra alma a nuestra parte espiritual.
Es por eso que somos más gordos del cuerpo que del alma, pues lo alimentamos tres veces al día y no en pocas ocasiones le damos más de lo que necesita, porque somos indisciplinados hasta cierto punto glotones y no tenemos esa fuerza de voluntad para llevar una alimentación equilibrada y saludable o será acaso que tratamos de llenar un vacío inexplicable, o por las preocupaciones que se tienen al transcurrí el día.
¿Y COMO PODEMOS REMEDIRALO?
La respuesta es muy sencilla pero la práctica no lo es ,ya que se requiere de fuerza de voluntad para hacer lo siguiente:
Liberarnos de nuestro cuerpo y se deben pregunta ¿Cómo es eso con que se come?
El cuerpo es la cárcel de nuestra alma, nos impide volar, ser libres, llegar a las alturas.
Y Han de decir o pensar no se puede, pues si se puede no es fácil pero es posible ejemplo de esto son los siguientes:
Ghandi fue grande cuando esclavizó sus pasiones corporales y dominó su cuerpo. Madame Curie se olvidaba de sí misma cuando estaba en su laboratorio; de estudiante se desmayó varias veces por falta de alimento, simplemente se le olvidaba comer.
Hasta Cristo a pesar de ser Dios, ayunó cuarenta días en el desierto para tener fuerzas antes de emprender su obra salvadora.
No digo que hagamos grandes cosas pero si mejorar nuestro mundo contribuyendo con nosotros mismos para poder ayudar a otros no dejar que el cuerpo no ate liberarnos de el con fuerza de voluntad.
Si el espíritu no es materia (y no lo es) es indestructible.
Se libera cuando el cuerpo no nos aprisiona. Es entonces cuando vuela a las alturas, ligero como el viento y es absolutamente libre.
En conclusión Dios nos ama solo tenemos que librear a nuestro espíritu de esa cárcel de esas cadenas que no impiden ser nosotros mismos y que no ciegan y no dejándonos avanzar en el camino espiritual.
“seamos gordos de espíritu” No de cuerpo.
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