El Fantasma De La Opera
Enviado por holaqhace • 21 de Agosto de 2013 • 2.512 Palabras (11 Páginas) • 382 Visitas
Capra pyrenaica pyrenaica
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Bucardo
Pyrenean Ibex.png
Estado de conservación
Status iucn3.1 EX es.svg
Clasificación científica
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Familia: Bovidae
Género: Capra
Especie: C. pyrenaica
Subespecie: C. pyrenaica pyrenaica
Nombre trinomial
Capra pyrenaica pyrenaica
Schinz, 1838
El bucardo (Capra pyrenaica pyrenaica) es una subespecie de cabra montés extinta en fechas recientes. El 5 de enero del año 2000 se halló muerta la última bucarda que vivía en España1. Esta subespecie de cabra montés ibérica estaba en peligro de extinción desde principios del siglo XX, debido sobre todo a la caza excesiva 2
Junto con el mueyu o cabra montés portuguesa (Capra pyrenaica lusitanica), que se extinguió en 1892, es una de las dos subespecies de cabra montés que ha sido exterminadas directamente por el hombre. Se diferenciaba de las otras subespecies principalmente por su pelo más largo y denso en invierno y la base más gruesa de los cuernos, tanto en machos como en hembras. La cornamenta del bucardo era asimismo, la más larga de entre las cuatro subespecies de cabra montés que han habitado la Península Ibérica (http://www.vertebradosibericos.org/)
(http://www.vertebradosibericos.org/mamiferos/pdf/cappyr.pdf).
El único registro que hay del peso de una bucarda viva (66 kg) indica que tenía un tamaño mayor que las cabras monteses (30-33 kg, Datos provenientes de los animales en cautividad en el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón). El cariotipo del bucardo presenta el número de cromosomas característico de la especie Capra (60 cromosomas)9. Es una subespecie monofilética en origen. Desde el punto de vista filogenético, las poblaciones de bucardo, estaban más próximas a las de cabra montés que al Íbice de los Alpes o a la cabra doméstica (Jiménez y col., 1999)3.
Los últimos ejemplares tenían una marcada reducción de algunos alelos del Complejo Mayor de Histocompatibilidad (CMH) que eran específicos de esta subespecie. Dado que la poca variación en el CMH está asociada a una alta susceptibilidad a las enfermedades infecciosas, es posible que ello haya influido en su supervivencia y reciente extinción (Amills y col., 2004)4.
Índice
1 Historia y extinción
2 Trabajos realizados para evitar la extinción del bucardo
3 La clonación del bucardo
4 Voces a favor y en contra de la clonación
5 Estudian reintroducir la cabra montés en el Parque Nacional de Aigüestortes
6 Referencias
7 Enlaces externos
Historia y extinción
Esta especie estaba difundida originalmente por ambas vertientes del Pirineo, extendiéndose por el sur hacia las zonas montañosas del País Vasco, Navarra, Huesca, Lérida y Gerona.
Vestigios de que era una pieza de caza común desde la Prehistoria se encuentran ya en las cuevas de la zona, habitadas durante el Paleolítico por los neandertales primero y luego por nuestra propia especie. Con el paso de los siglos desapareció de las zonas más meridionales de su distribución hasta quedar circunscrita al área pirenaica, donde todavía era especialmente abundante durante el siglo XIX.
En la segunda mitad de ese siglo, multitud de cazadores europeos, de España, Francia y Gran Bretaña, sobre todo, acudieron a la zona en busca de ejemplares que abatir. La rareza de la cabra montés en el mundo (entonces distribuida únicamente por España, sur de Francia y noroeste de Portugal) y el imponente tamaño de la cornamenta de los machos, más gruesa y separada que la del íbice (Capra ibex) de los Alpes multiplicaron su valor y demanda en los círculos cinegéticos. La caza fue tan intensa que hacia el año 1900, la subespecie pirenaica ya se había extinguido en Francia y sólo quedaba un reducido grupo de menos de 50 individuos en España, demasiado pequeño para sobrevivir a largo plazo. La competición con otros ungulados silvestres y especies domésticas por los recursos alimenticios también pudieron contribuir a su extinción.
A pesar de ello, la población permaneció estable por encima de la treintena hasta 1981. Sin que se sepa todavía muy bien por qué, los animales disminuyeron rápidamente. En 1999, el último macho murió. La última hembra, "Celia", murió en enero de 2000, y su cadáver fue encontrado debajo de un árbol caído.
Trabajos realizados para evitar la extinción del bucardo
En 1913, la especie ya iba a ser considerada como extinguida, pero se supo que algunos animales habían sobrevivido en la Zona del Parque de Ordesa. Una de las primeras medidas dirigidas a la conservación del Bucardo, fue la prohibición de su caza en 1913 y la declaración de Parque Nacional en 1918 de gran parte de los territorios que habitaba. A partir de los años sesenta se tomaron medidas adicionales de protección, como aportar alimentación suplementaria en invierno, que no pudieron frenar la regresión de la población. En 1989, el Gobierno español financió dos estudios: el primero fue “censar la población del Bucardos”, demostrando que existían 11±4 individuos vivos. El segundo estudio consistió en tratar de multiplicar el número de individuos mediante técnicas de reproducción asistida. Para ello, en las instalaciones del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA) del Gobierno de Aragón (http://web.archive.org/web/http://www.cita-aragon.es/) se pusieron a punto estas técnicas utilizando cabras de la subespecie de C. pirenaica hispánica, que es la más cercana genéticamente al bucardo y no está en peligro de extinción. En 1990, (BOE de 5 de abril de 1990, pag 9468), se publica el Decreto por el que se regula el Catálogo Nacional de especies amenazadas, donde aparece el Bucardo. En 1993, la UE aprobó un proyecto (Proyecto LIFE; Diario Oficial de las Comunidades Europeas del 22/7/92) en colaboración con los gobiernos de Aragón y gobiernos Centrales de España y Francia, para financiar un Plan de recuperación del Bucardo (Guiral y col., 1996)5, con asesoría internacional. Los principales objetivos de este plan fueron: 1) Capturar y mantener en cautividad toda la población de bucardos vivos, 2) Intentar su reproducción en cautividad, 3) Reintroducir los animales nacidos, 4) Proteger el hábitat del Bucardo, 5) Campaña de divulgación y sensibilización. Paralelamente, se realizaron otras actuaciones como encuestas epidemiológicas de las especies de ungulados silvestres y domésticos que comparten
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