El Reino De Dios
Enviado por lavignea • 5 de Noviembre de 2014 • 357 Palabras (2 Páginas) • 464 Visitas
El Reino de Dios
Sin temor a equivocarnos, podemos decir que la causa a la que Jesús dedicó su tiempo, sus fuerzas y todo su ser fue el reino de Dios entre los hombres. La venida del reino de Diosestá en el corazón de su pensamiento y de toda su actuación. Es el núcleo central de toda su predicación, la convicción más profunda, la pasión que anima toda su vida, el eje de toda su actividad. Noestá equivocado Marcos cuando, con su lenguaje propio, resume así la predicación de Jesús: «Proclamaba la buena noticia de Dios: El tiempo se ha cumplido. El reino de Dios e^tá cerca; convertios ycreed en la buena noticia» (Me 1, 14-15; cfr. Mt 4, 17). Es indudable que Jesús entendió su misión como proclamación y servicio al reino de Dios.
Este hecho tiene unas implicaciones que, confrecuencia, son olvidadas por los creyentes: • Todo el mensaje y la actividad de Jesús está al servicio del reino de Dios y obtiene su sentido desde ahí. Todo está subordinado a la idea del reino de Dios y todoadquiere su unidad, su verdadero significado y su fuerza apasionante desde esta realidad del reino.
Esto quiere decir que la venida del reino de Dios nos ofrece la clave para captar el sentido queJesús dio a su vida, y el proyecto que él quería ver realizado entre los hombres. Si no comprendemos el contenido del reino de Dios y no descubrimos la fuerza y el atractivo de su llamada, corremos elriesgo de no comprender gran cosa de Jesús. Una comprensión deficiente, falsa o parcial del reino de Dios nos conduciría a una visión deficiente, falsa y parcial de nuestra fe cristiana.
• Jesúsdirectamente predica el reino de Dios y no a sí mismo. Lo que para él ocupa el punto central no es su persona, sino la misión a la que se siente llamado. No se anuncia a sí mismo. No está en primer plano.«Es verdad, y no tenemos por qué ocultarlo, que Jesús proclama el reino de Dios y no a sí mismo. El hombre Jesús es el hombre auténtico (en absoluto) precisamente porque, volcándose en Dios y en el...
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