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El Reino De Dios


Enviado por   •  24 de Marzo de 2015  •  2.508 Palabras (11 Páginas)  •  324 Visitas

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EL REINO DE DIOS

INTRODUCCION:

No hay ninguna frase que ocurra más en el Nuevo Testamento, especialmente en las

epístolas de Pablo, (quien enfoca claramente que realmente es el “Reino de Dios”), en

donde leemos frases como “Reino de los Cielos” o “Reino de Dios”. Estas las

encontramos por doquier, en el principio, en medio, y al final de cada libro. Aparece

primero en Mateo y por última vez en Apocalipsis. Otro aspecto relevante es que el

Evangelio de la gracia es llamado “el Evangelio del Reino”; los hijos de Dios también

son “herederos del reino”; la expectación en la actualidad para muchos, esto por falta

de conocimiento es “la venida del reino” o más bien cuando Dios comenzara a reinar.

Del Reino de Dios se desprende el titulo de “Rey” que se da a nuestro Señor Jesucristo.

El Reino de Dios es, entonces, el corazón del Nuevo Testamento, así mismo debiese ser

para todos los hijos de Dios, ahora bien es imperativo que analicemos realmente ¿Qué

es el Reino de Dios?

Otro aspecto importante a tomarse en cuenta es que aunque la idea del Reino, permea

todo el Nuevo Testamento, no es solamente una idea de ese Testamento. Encontramos

rastros del Reino en todos los profetas desde Isaías hasta Malaquías; así mismo es el

tema de algunos de los Salmos más ponderados de David. Veamos en detalle dos

aspectos a tratar en este estudio:

1. ¿Que es Reino de Dios?

2. ¿Cuándo se estableció el Reino de Dios?

Comenzaremos analizando las menciones del reino a través de toda la Biblia.

EL REINO DE DIOS EN EL ANTIGUO PACTO

Después de la liberación milagrosa de Israel de Egipto, la relación entre Dios y los hijos

de Israel fue pública y solemnemente ratificada en el Monte Sinaí. Leemos en:

Éxodo 19:3-6: “Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo:

Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: 4Vosotros visteis lo que

hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. 5Ahora,

pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro

sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. 6Y vosotros me seréis un reino de

sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.”

Podemos considerar este punto de la historia como la inauguración formal de la

mención del Reino teocrático. Una turba de esclavos liberados fue constituida en una

nación; recibieron la ley para su gobierno y todo el cuadro de su política civil y

eclesiástica fue organizado y construido por la autoridad divina. Cada paso del proceso

por el cual un anciano sin hijos, se convirtió en una nación, revela el propósito divino y

el plan divino. Nunca antes se había formado una nación; ninguna nación gozaba de esta

relación con Dios; ninguna poseía tal historia tan milagrosa; ninguna fue exaltada a tal

privilegio glorioso; así también posteriormente, ninguna había caído tan colosalmente.

Ninguna otra nación, hasta entonces había experimentado, algo semejante. Para

asegurar su propósito el Señor mismo se hizo Rey de ellos, y ellos llegaron a ser sus

vasallos; y si bien todas las instituciones y leyes impuestas a ellos, tenían referencia a

Dios, esta referencia no era solamente a él como Creador de todas las cosas, sino como

Soberano de la nación. Expresar y llevar a cabo esta idea de la posición de Dios como

Rey sobre Israel, fue el objeto manifiesto del tabernáculo erigido en el desierto. Sin

embargo debemos de comprender que, al abolir la ley de Moisés en la cruz del Calvario,

allí fue donde se hizo realidad el establecimiento del Reino de Dios, el cual no es un

reino físico sino un reino espiritual.

Entendamos amado lector que, este pueblo fue escogido por Dios para darle la ley de

Moisés, ahora en este pacto de la gracia Jesucristo destruyo la pared intermedia y somos

uno en Cristo tanto judíos como nosotros los Gentiles, leamos en algunos versículos

como catalogo Dios a su pueblo:

Deuteronomio 7:6: “Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios

te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre

la tierra.”

Amós 3:2: “A vosotros solamente he conocido de todas las familias de la tierra; por

tanto, os castigaré por todas vuestras maldades.”

Salmo 157:20: “No ha hecho así con ninguna otra de las naciones...”

Es razonable suponer que este experimento en un gobierno teocrático debía haber tenido

como objeto algo merecedor de su autor divino. Ese objeto fue moral, más que material;

la gloria de Dios y el bien del hombre, más que el avance temporal de una tribu o

nación. Era, sin duda, necesario conservar el conocimiento y la alabanza del único

verdadero Dios en la tierra; algo que, de otro modo, podría haber sido totalmente

perdido. Además, a pesar de su espíritu intensivo y exclusivo de nacionalismo, el

sistema teocrático llevaba en su centro el germen de una religión universal y fue una

etapa grande e importante en la educación de la raza humana.

Es de provecho trazar el crecimiento y el desarrollo progresivo de la historia del pueblo

de Israel, y observar como iba perdiendo su significado político, llegó a ser más y más

moral que espiritual en su carácter.

EL REINO DE DIOS EN LA HISTORIA

Es imperativo que nosotros como hijos de Dios, y su pueblo escogido, conozcamos con

lujo de detalle este tema. Es de suma importancia, es sencillo pero en un momento

dado, nos ayudara a ilustrar a otros. Veamos como se menciona el reino de Dios en los

libros históricos:

Comencemos con HECHOS 14:22 dice: “Confirmando los ánimos de los discípulos,

exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de

muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios”

Pablo les esta diciendo, miren para nosotros, reinar en este reino es a través de muchas

tribulaciones, no esta hablando de la salvación porque la salvación no es a través de

tribulaciones, es a través de la fe de Cristo Efesios 2:8. Por eso es que le dijo,

"confirmando los ánimos" como diciendo miren anímense que esta es la verdad, esto

es lo que prometió Isaías, lo que prometieron los apóstoles,

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