El encuentro entre las religiones

El encuentro entre las religiones

El encuentro entre las religiones no es simplemente una posibilidad, es algo necesario puede hasta llevar a la sociedad a un avance siempre y cuando el encuentro entre estas sea respetuoso, tolerante, honesto y abierto con los demás.

El hombre manifiesta la presencia de Dios en su corazón mediante la religión, todos los hombres sienten esa necesidad esto es una prueba de que no existe una sola religión revelada y que se debe ser tolerante ante toda tradición religiosa. Además se debe cultivar las posibilidades de cada religión para que de ese modo se pueda enriquecer con lo adquirido en las otras. Es también muy importante el comportamiento lingüístico no partir de un enfrentamiento entre las religiones verdaderas y las no verdaderas al contario partir del punto que todas las religiones pueden ser afirmadas y hacer una configuración universal de Dios. Hay que pensar simplemente, en que debemos aceptar toda forma en la que se acoja Dios en la vida.

El dialogo entre las religiones debe desaparecer el animo de competencia, debe ser real para de esta manera conseguir acogida y ofrecimiento mutuo, no importa si se ha pecado, toda religión lo ha hecho se esta en busca el único idealismo digno de los humanos vencer lo fácil y egocéntrico y encontrar una mayor apertura y realización.

La religión tiene un valor muy grande, desde lo cultural hasta lo político de las sociedades, es tradición, esta mal verla solo como una simple mediación ante una verdad superior, es el medio por el cual Dios ayuda a sus fieles para que puedan sentir y vivir la salvación verdadera y plenamente humana. La autocomprensión cristiana evita el peligro de incurrir en un imperialismo religioso frente a las demás, sin que por ello tenga que sentirse amenazada en su identidad. Esta claro que mientras se pueda ayudar a otras religiones se ayudara a si misma teniendo la oportunidad de recibir riquezas externas y aun descubrir o incluso redescubrir importantes elementos de si misma. La lógica consciente de estar apoyada en una trascendencia que lo funda todo y que, por lo tanto, busca incansable, desde siempre y en todas partes, darse a conocer y entregarse a todo hombre y toda mujer. Justamente por que quiere ser don para todos, no puede ser posesión de nadie.

Toda experiencia religiosa tiende a ser compartida y, aunque siempre amenazada por los egoísmos particularistas, su orientación es hacia la expansión sin fronteras hacia la universalidad. Las verdades descubiertas por una religión no le pertenecen exclusivamente, sus descubrimientos deben ser para todos y pertenecen a todos los demás. La verdad de Dios es para todos. La vida religiosa es el reflejo de la plenitud de Dios en el espíritu humano. Plenitud a la que por nuestra parte solo puede responderse en una búsqueda conjunta. El dialogo es verdaderamente fundamental por que no se puede acercar solo, en el egoísmo de los propios limites, a la riqueza infinita de la oferta divina, solo dando y recibiendo en un constante intercambio de experiencias y conceptos, se puede ir construyendo en la historia la respuesta a la divinidad. La religión no puede verse como un hecho aislado es parte de una serie de influencias que llegan a ser hasta inconscientes.

El dialogo interreligioso trata de acercarnos al modo concreto en el que se desarrolla el encuentro entre las religiones. Cada día puede ser visto con mayor normalidad este dialogo debido al inmenso contacto que se vivencia entre fieles de distintas tradiciones religiosas. Los efectos de estos encuentros pueden resultar muy decisivos al tomar estos seriedad y conocer los planteamientos de tantas culturas. Sean diferentes o no las posturas todas participan de un nuevo clima común que nos brindara un prometedor futuro. El intercambio religioso sugiere una estructura plural, un intercambio donde no se focaliza todo en un solo punto, por esta misma razón se hace evidente el intercambio horizontal en el que todos pueden salir ganando por que todos tienen la posibilidad de dar y recibir. Este no puede tratarse de tan solo un proceso meramente teórico, si no que supone también apertura y disponibilidad internas, con espíritu de dialogo y comunión.

La interculturación es un concepto legítimo en el encuentro interreligioso, no obstante no podría decirse si es suficiente para responder a las perspectivas que se han ido abriendo desde la experiencia y la reflexión actuales. El peligro principal radica en la separación de cultura y religión, la consecuencia es que en una última instancia se debe respetar la cultura, pero se puede o debe suprimir la religión.

Todo esto a lo largo de la historia ha traído trágicas consecuencias como la

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