El hombre no podia ayudar al hombre
Enviado por yiiyina • 22 de Julio de 2013 • Informe • 370 Palabras (2 Páginas) • 432 Visitas
El HOMBRE NO PODIA AYUDAR AL HOMBRE
Jeremías 17:5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.
Salmos 49:6-8 Los que confían en sus bienes, Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan, (7) Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, Ni dar a Dios su rescate (8) (Porque la redención de su vida es de gran precio, Y no se logrará jamás),
SALVOS; NO POR OBRAS
Efesios 2:7-9 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. (8) Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; (9) no por obras, para que nadie se gloríe.
LA LEY NO PODIA SALVARLO
Gálatas 3:9-12 De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham. (10) Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. (11) Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; (12) y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.
JESUS EL UNICO QUE PUDO SALVARLO
Romanos 5:1-2 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; (2) por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Romanos 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Romanos 4:25 sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro,
1 pedro 1:22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;
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