Entendiendo La Asertividad
Enviado por gatitagonita • 29 de Marzo de 2013 • 961 Palabras (4 Páginas) • 402 Visitas
Parte I:ENTENDIENDO LA ASERTIVIDAD
¿Qué significa ser asertivo? Ni sumisión ni agresión: Asertividad.
DECIMOS QUE UNA persona es asertiva cuando es capaz de ejercer y/o defender sus derechos personales,
como por ejemplo, decir “no”, expresar desacuerdos, dar una opinión contraria y/o expresar sentimientos
negativos sin dejarse manipular, como hace el sumiso, y sin manipular ni violar los derechos de los demás, como
hace el agresivo.
Entre el extremo nocivo de los que piensan que el fin justifica los medios y la queja plañidera de los que son
incapaces de manifestar sus sentimientos y pensamientos, está la opción de la asertividad: una forma de
moderación enfática, similar al camino del medio que promulgaron Buda y Aristóteles, en el que se integra
constructivamente la tenacidad de quienes pretenden alcanzar sus metas con la disposición a respetar y
autorrespetarse. Veamos algunos ejemplos.
Un caso de sumisión
Mauricio es psicólogo clínico y tiene serios problemas con el manejo de sus pacientes. Muchos de ellos no
vienen a las citas, llegan tarde o simplemente no pagan. Su secretaria colabora bastante en el caos
administrativo ya que es bastante desordenada y poco eficiente. Mauricio teme el rechazo de la gente y en
especial quedar mal con sus pacientes. Las deudas son enormes, y aún queriendo hacer algo al respecto, no
hace nada. No sólo está inmovilizado, sino que, inexplicablemente, se muestra “comprensivo” con los clientes
deudores. En su interior hay un volcán próximo a estallar, hay violencia acumulada. Es probable que el algún
momento de ira, algunos de sus pacientes salgan psicológicamente lastimados. El comportamiento de Mauricio
puede considerarse como no asertivo (sumiso).
Las personas no asertivas piensan, sienten y actúan de una manera particularmente débil a la hora de ejercer o
defender sus derechos. Los pensamientos típicos que las caracterizan pueden resumirse así:
“Los derechos de los demás son más importantes que los míos”.
“No debo herir los sentimientos de los demás ni ofenderlos, aunque yo tenga razón y me perjudique”.
“Si expreso mis opiniones seré criticado o rechazado”.
“No sé qué decir ni cómo decirlo. No soy hábil para expresar mis emociones”.
Como veremos más adelante, los individuos sumisos suelen mostrar miedo y ansiedad, rabia contenida, culpa
real o anticipada, sentimientos de minusvalía y depresión. La conducta externa es opacada, poco expresiva, con
bloqueos frecuentes, repleta de circunloquios, postergaciones y rodeos de todo tipo. Incluso pueden actuar de
una manera diametralmente opuesta a sus convicciones e intereses con tal de no contrariar a los otros. Su
comportamiento hace que la gente aprovechada no los respete.
Es importante destacar que la mayoría de las personas tiene algo de inasertivo. No es necesario cumplir cada
uno de los criterios técnicos señalados o estar en el extremo del servilismo para que la dignidad esté fallando.
Un caso de agresividad
Lina es una médica famosa por su antipatía. No sólo regaña a las angustiadas mamás por sus “ilógicas”
preocupaciones
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