Espiritualidad Bíblica
Enviado por masolcorderot • 26 de Octubre de 2012 • 17.194 Palabras (69 Páginas) • 673 Visitas
Albert Nolan op
Espiritualidad Bíblica
Espiritualidad de la Justicia y el Amor
Contenido:
1. La vida del espíritu
2. El Espíritu de los Profetas
1. Ellos denuncian
2. Ellos hablan antes
3. Ellos hablan por
3. El Dios de Justicia y Amor
1. Justicia: La Espiritualidad del Antiguo Testamento
2. La justicia y la espiritualidad del amor y del Nuevo Testamento
4. Espiritualidad del Reino
1. La Buena Nueva del Reino
2. La Salvación vista como Liberación
5. Valores del Evangelio
1. Repartición
2. La Dignidad Humana
3. Solidaridad Humana
4. Servicio
Este librito contiene poco más que algunas anotaciones para un curso sobre espiritualidad bíblica. Yo corregí y aumentÉ alguna cosa aquí y allá, y dividí el material en capítulos. No necesito decir que la espiritualidad bíblica abarca mucho más que todo aquello que aparece en este librito, y que percepciones valiosas que siempre surgen de las discusiones durante el curso no fueron registradas aquí.
El curso “Fe y Vida” es un intento de crear una nueva espiritualidad para religiosos que viven y trabajan en Africa del Sur. Es un intento de unir e integrar la fe y la experiencia de vida en el Africa del Sur, espiritualidad y justicia social, oración y política. Es un intento de hacer crecer nuestra conciencia con relación a lo que está sucediendo con nosotros personalmente (psicología religiosa) y socialmente (justicia social) y de desarrollar una vida espiritual adecuada a esas circunstancias de la vida.
Las conferencias sobre espiritualidad bíblica constituyen, está claro, una pequeña parte del curso. En verdad son sólo un conjunto de informaciones básicas sobre la vida del espíritu, conforme nos es revelada en la Biblia.
El desarrollo de una espiritualidad sudafricana es tarea de los participantes del curso, trabajando juntos en equipo, usando la información prevista y aprendiendo el uno con el otro.
Estas notas fueron reunidas en forma de folleto básicamente para el uso de los participantes del curso, pero se pensó que tambiÉn podrían llegar a tener valor para otras personas.
Albert Nolan
1. La vida del espíritu
La vida espiritual no es un compartimento de la vida que puede ser separado de los otros compartimientos, como la vida física (salud), la vida social (deporte y diversiones), la vida intelectual (estudio), la vida económica (patrón de vida), la vida apostólica, la vida política o la profesional.
La vida espiritual es la totalidad de una vida, en la medida en que es motivada y determinada por el Espíritu Santo, el Espíritu de Jesús. Cuanto más fuÉremos motivados por ese Espíritu en todo lo que hiciÉremos, tanto más podremos decir que tenemos una vida espiritual.
A muchos de nosotros se nos enseñó a considerar a la vida espiritual como la parte de la vida en la que realizamos ejercicios espirituales, como oraciones, meditación, lectura espiritual, examen de conciencia, retiros, días de recogimiento y frecuencia a los sacramentos. El resto de nuestras vidas, los otros compartimientos, eran considerados como vida material. Nosotros percibíamos suficientemente bien que nuestra vida espiritual debía influenciar en nuestra vida material, pero todavía pensábamos que las dos eran compartimientos o áreas distintas.
Lo primero que necesitamos aprender con respecto a la espiritualidad bíblica es que la Biblia no divide a la persona humana en una parte espiritual y otra material por lo menos, no del modo como acostumbramos hacerlo. en la Biblia la persona humana es considerada como un todo y no como un alma que habita un cuerpo. Esa división entre cuerpo y alma, que vuelve a la persona humana en un alma aprisionada en un cuerpo, no tiene su origen en la Biblia, sino en la filosofía griega.
Si partimos del presupuesto de que el ser humano es un alma aprisionada en un cuerpo, es muy fácil entonces encontrar eso en la Biblia y encarar la vida espiritual como algo que dice respecto al alma y no al cuerpo. Eso es particularmente cierto con relación a la diferencia que Pablo hace entre espíritu y carne. El habla sobre aquellos que viven “según la carne” y aquellos que viven “según el Espíritu” (Rom 8, 4), o aquellos que “desean las cosas de la carne” y aquellos que “desean las cosas del espíritu” (Rom 8,5). Pablo no está dividiendo a la persona humana, aquí, en dos partes: espíritu y carne; ni está diciendo que debemos pensar sólo en nuestras almas y rechazar nuestros cuerpos. Veamos entonces, que es lo que Él quiere decir.
Los traductores han encontrado dificultad en traducir la palabra “carne”. La Biblia de Jerusalem la traduce como: “viviendo vidas no espirituales”, lo que no ayuda mucho. La Nueva Biblia Inglesa la traduce como “viviendo al nivel de nuestra naturaleza interior”. Pero la Biblia no conoce nada sobre naturalezas inferiores o superiores en una persona humana. La carne no significa nuestra naturaleza inferior. La peor traducción la da la Biblia de la Buena Nueva. Ellos traducen esta palabra como “viviendo al nivel de nuestra naturaleza humana”. Esto podría parecer significar que para tener una vida espiritual tenemos que luchar contra nuestra naturaleza humana. Esta es la filosofía de los estoicos y griegos y no de la Biblia.
En primer lugar, necesitamos recordar que en la Biblia las palabras no son usadas de manera fija, definida y filosófica. Las mismas palabras significan cosas diferentes en contextos diferentes. En este contexto específico, Pablo no está usando la palabra “carne” en el sentido de deseo sexual o de naturaleza inferior o naturaleza humana. El está hablando sobre el pecado y mundanismo en general. El está hablando sobre un modo de vida que no está motivado e inspirado por Dios.
Eso queda muy claro para nosotros a travÉs de la relación que nos da de las “obras de la carne” (Gál 5, l9-2l). La relación incluye no solo los pecados del sexo, sino tambiÉn los pecados de idolatría, celos, envidia, mal humor. Estas tambiÉn son obras de la carne, aunque nada tengan que ver con “la naturaleza inferior” o con “las tentaciones del cuerpo”. Más aún, la carne está tambiÉn asociada a la Ley Mosaica o al espíritu del legalismo (Gál 5, l8; 3, 2-3). Y en otros lugares la vida según la CARNE es descrita como “el ESPIRITU de esclavitud” (Rom 8,l4) o “el ESPIRITU del mundo” (l Cor 2, l2) o “el ESPIRITU del anticristo” (l Jn 4, 3) o “el ESPIRITU del error” (l Jn 4, 6).
En
...