Estructura del pecado.

Estructura del pecado

Una vez que se ha dado lectura a la temática referente a la estructura del pecado dentro del texto básico, nos habla que la raíz del pecado está en el corazón del hombre, en razón de su libertad abusada  y sujeto de su conciencia es sujeto moral y como tal, responsable de sus actos, se puede decir que el hombre es dueño de sus actos sean estos buenos o malos, atribuidos a la libertad que tenemos como humanos, el abuso de la libertad provoca en cada uno de los hombres pecados personales, que influenciados negativamente por varios factores como son el socio económico, el político, el cultural, educativo, religiosos, ideológico y hasta el familiar suman varios pecados personales lo que sumado uno tras otro y agrupados en una sociedad  transforman verdaderas y gigantescas estructuras del pecado.

Estas estructuras del pecado tal como menciona en el libro tiene sometido al mundo, condiciona nuestra existencia  sin importar el bien común lo que causa actitudes humanas que son fuente de pecados como la avaricia, el poder, la codicia, la apología al dinero, el egoísmo, etc, los cuales  condicionan la conducta de los hombres desde su mínima estructura en la célula social que es la familia, provocando actos de pecado cuyos efectos son infidelidades, divorcios, drogadicción, alcoholismo, violaciones; hasta atacar a gobernantes de naciones que sucumben en estas estructuras  cometiendo tal como  se observa en la actualidad corrupción, desempleo, cálculos políticos errados, etc.

La naturaleza humana no está totalmente corrompida, está sometida y sumisa ante la ignorancia, al sufrimiento, provocando caer en  la tentación al pecado personal, ofensas a Dios mediante actos o deseos contra la ley y voluntad de Dios y su  Ley Divina; nacemos, vivimos y desarrollamos nuestra acción dentro de una sociedad dotada de estructuras pecaminosas por injustas y desiguales. Nosotros no somos los causantes directos, pero heredamos y participamos del pecado colectivo en tanto miembros de la misma.

Es incuestionable que las estructuras han sido creadas por personas o grupos y son por ellos alimentadas, no obstante estas estructuras pueden ser derrotadas mediante actos para contrarrestar su efectos. Pues así en una estructura básica como la familia se contrarresta la infidelidad con amor, con diálogo y comprensión, en una gran estructura cuyos efectos sean la corrupción, se contrarresta con valores como la honestidad, la sinceridad, la fidelidad, la bondad, etc infundidos desde la infancia en la misma célula social de la familia, en las escuelas.

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