FE Y FAMILIA
Enviado por Analu Aguilar Rivadeneyra • 22 de Junio de 2016 • Práctica o problema • 527 Palabras (3 Páginas) • 418 Visitas
Cultivar la fe en familia
Pascual, Fernando. Aciprensa.com
En este escrito se argumenta que la familia es una comunidad de vida y amor, que recibe la misión de custodiar, revelar y comunicar el amor, como reflejo vivo y participación real del amor de Dios por la humanidad y del amor de Cristo Señor por la Iglesia.
Y hace referencia a que la fe, es la que no sostiene como católicos; los padres tienen la responsabilidad de cultivar la fe en su familia, y que los hijos conforme crece van convirtiéndose en protagonistas porque pueden ayudar y motivar a los padres y a los hermanos para ser cada día más fieles a sus compromisos bautismales.
Los caminos que existen para cultivar la fe en familia son tres: la oración en familia, el estudio de la doctrina católica, y la vida según las enseñanzas de Cristo.
La fe en familia
Camino hacia Dios. Movimiento de vida cristiana.
La fe en la familia crece en la oración.
La fe en la familia es un ámbito propicio para crecer y aprender a vivirla.
En familia todos pueden ayudarse, para poder informarse y aprender sobre su fe y para poder trasmitirla a los demás.
A lectura y el estudio del catecismo en familia es un medio para crecer en la fe, el hecho de conocer las enseñanzas del catecismo permite como conciliar la fe, la oración y la acción y también corregir los errores o aclarar las dudas de sus hijos en la adolescencia y juventud suelen plantear.
La fe enriquece la vida familiar
Sotomayor, Paulina.
La fe entre nosotros (2013)
La fe es compañera de vida que nos permite distinguir con ojos siempre nuevos las maravillas que Dios hace por nosotros. La fe nos compromete a cada uno de nosotros a convertirnos en un signo vivo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo”, así lo explica el Papa Emérito Benedicto XVI en su encíclica Porta Fidei, 15.
La mirada de fe nos hace ver la realidad familiar con los ojos de Dios. Es una manera nueva de enfrentar lo que nos pasa cada día, y provoca un cambio profundo en nuestras vidas.
La fe y la esperanza. La fe nos hace poner toda nuestra esperanza en el Señor, especialmente en tiempos difíciles.
La fe en Cristo es como el motor de nuestra vida, lo que le da sentido a nuestro existir y nos lleva a ser personas optimistas, llenas de esperanza; nos ayuda a confiar en el Señor, a ver la vida diaria con ojos de creyentes y a no desesperarnos frente a las dificultades y los sufrimientos de esta vida.
La fe en nuestra familia significa invitar a Jesús a entrar en nuestro corazón y en nuestra vida. Los hijos sienten la presencia de Cristo en el hogar, a través de nuestra manera de actuar; conocen el amor de Dios a partir de la experiencia de ser amados desde pequeños en su propia familia. Esto les abre una puerta para conocer a Dios y mientras más cerca estemos de Dios en la familia, en un clima de fe compartida, más fácil es abrirse a los demás para compartir, ayudarse y perdonarse, ya que nuestra unión está en Dios.
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