Identidad, Alteridad, Universalidad En La Biblia
Enviado por juanmagq • 10 de Julio de 2014 • 573 Palabras (3 Páginas) • 406 Visitas
Identidad, alteridad, universalidad en la Biblia
Juanma García
La Biblia, palabra de Dios
La Biblia generalmente es definida como “palabra de Dios”. Las lecturas bíblicas en las celebraciones litúrgicas son aclamadas como “palabra de Dios”. Es común entre creyentes sostener que los textos bíblicos de una u otra manera presentan las mismísimas palabras de Dios. Es un dogma fundamental del fundamentalismo.
Palabra de Dios es un predicado asociado a revelación, inspiración, inerrancia, y normatividad. ¿Cómo hay que entender esa expresión? ¿Son palabra de Dios y palabra de la Biblia sinónimos? La expresión “palabra de Dios” referida a la Biblia, significa diferentes cosas para diferentes personas, según la idea que tengan acerca de la Biblia.
Por el hecho de estar impresas, las palabras bíblicas no son automáticamente las mismísimas palabras de Dios, aunque históricamente así se presentó y se impuso tres años después de concluida la conquista en 1524 por parte de los franciscanos a los sabios sobrevivientes del imperio Mexica (tlamatimine), por tener “el libro” (la Biblia) y haberles “ganado la guerra”.
Posteriormente también se impuso a todos los demás pueblos, por parte de los diferentes grupos misioneros: franciscanos, dominicos, agustinos,… como justificación de su quehacer misionero, siendo ellos los portadores de la “palabra del verdadero Dios”, y negándose con ello a reconocer “la palabra de Dios”, también, presente en la vida, historia y cultura de estos pueblos.
La dinámica de la “misión”, en la primera hora de la evangelización, tuvo en muchos de los misioneros, el sentido de convertir, cambiar, erradicar y negar toda experiencia de Dios de los pueblos originarios de este continente, pareciera que no tuvieran nada bueno que ofrecer; pero hubo otros que al conocer a los pueblos más de cerca y hablar sus lenguas, cambiaron sus puntos de vista.
Algunas narraciones sobre la conquista y la monarquía (en Josué – Reyes), leyes (ojo por ojo), y afirmaciones (“Bienaventurado el que agarre a tus niños y los estrelle contra las rocas”, Sal 137,9), no tiene nada de edificantes, los Salmos son palabras de hombres dirigidas a Dios, no palabras de Dios a los hombres.
La mayoría de los escritos de la Biblia son productos de circunstancias pasadas en donde los destinatarios no somos nosotros, es y fue la experiencia del pueblo (los pueblos) Israel.
Para la o el fundamentalista, se encierran en la afirmación de que la Biblia es literalmente la palabra de Dios, lo que significa que ha sido dictada por Dios y en consecuencia, es infalible e incuestionable (libre de cualquier error y condicionamiento circunstancial, cultural o conceptual).
La misión frente a la Palabra de Dios
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