Interna

Se sabe que el ser humano es todo lo que come, todo el alimento que digiere el ser humano el metabolismo lo convierte, los huesos, sangre, nervios y todos los componentes del ser humano. Se reconoce también que una carencia parcial y prolongada puede causar enfermedades, debilitamiento en el cuerpo, que pueden llegar a ocasionar la muerte.

Al referirnos a alimento, hacemos referencia a un alimento digno, digno en un sentido alejado de lo teórico, sino por el contrario una dignidad real, quiere decir que realmente se recibe abundante comida, que el cuerpo apetece y necesita para satisfacer necesidades, un alimento variado. Por ende, se habla de no tener el derecho de la vida, sino por el contrario de mantener la vida, ya que esto se logra en gran parte con el alimento.

De esto proviene el proverbio popular “el hombre es lo que come”, ahora bien si aterrizamos esta realidad a la de la tierra, al ser esta la que nos provee todos los minerales, todos los alimentos, ¿es natural que la tierra tenga propietario? La respuesta lógica seria no, para lograr esta conclusión nos remitimos a lo que definimos de lo que es derecho, estos no son más que esas cosas que nos pertenecen por orden natural, es decir si nosotros tenemos el derecho a alimentarnos, el alimento no tiene que ser exclusivo de alguien sino que esto tiene que ser dado por derecho, por ende se aspira a que llegue un estado en el que se garantice totalmente el derecho a la alimentación, esto en la actualidad no es más que una utopía.

Es interesante ver la postura naturalista expuesta por parte del profesor, donde dice que la primera madre del ser humano no es la madre humana, sino que es la madre naturaleza pues es esta la que nos proporciona el todo para nuestra existencia, por ende esta tiene que tener un dueño común y no un dueño particular.

De nuevo se dice que el primer derecho no es la vida sino el mantener la vida, esto se consigue con alimento y esto se da gracias a la madre naturaleza.

El segundo de los derechos que se tienen que replantear desde un enfoque totalmente distinto es el derecho a una segunda piel, el derecho al vestido. Para sustentar esta afirmación el profesor se apoya en la teoría de la evolución, haciendo alusión a los denominados de los superhombres, esto ya que el hombre es un puente entre lo que ha

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