Jacob y Esaú: una versión moderna
Enviado por Luna Sol • 26 de Junio de 2019 • Biografía • 937 Palabras (4 Páginas) • 344 Visitas
Jacob y Esaú
Sala de una casa. El padre (Anciano) entra lentamente y se sienta a leer el diario. Suena el teléfono.
Padre - ¿Aló?... (Mientras escucha se pone de pie con dificultad y comienza a pasearse preocupado) Pero, eso no puede ser, si apenas ayer firmamos en contrato… ¿Por qué?... Bueno, ya déjalo, voy a ver al cliente personalmente. (Cuelga)
Esposa – (Entra con una bandeja con un vaso de agua y botecitos de medicina) Pero, amor ¿A dónde vas? El doctor dijo que tenías que descansar, tu corazón ya no es el de antes.
Padre – Ya sé, pero hay problemas en la oficina… (Se vuelve a sentar con la mano en la frente)
Esposa – ya lo ves, te pusiste mal, ¿verdad?
Padre - No importa, es mi negocio y no lo puedo abandonar.
Esposa – para eso tienes hijos, ¿no? Jacob está preparado para hacerse cargo de la empresa.
Padre - ¿Jacob? No, es muy joven, además ha sido tradición en mi familia hace muchos años dejar al frente al hijo mayor, y así lo haré yo.
Esposa – No te entiendo, tú mismo has dicho muchas veces que Jacob es maduro para su edad y que sería un gran administrador.
Padre - Ya no hablemos más, dame mis pastillas y me voy. (Toma la medicina con agua y se va caminando ya cansado)
Esposa – (Cuando el padre ha salido) ¡Jacob! ¡Jacob, hijo, ven!
Jacob – Dígame madre, ¿En qué le puedo ayudar?
Esposa – Hijo mío, va a pasar algo que no puedo permitir. Amo a mis dos hijos, pero veo mejor que tu padre tus aptitudes y voy a hacer valer una promesa que Dios me hizo y que ha llegado la hora de que se cumpla.
Jacob – Madre no le entiendo.
Esposa – Ahora mismo no, pero ven, te voy a explicar.
Salen hablando muy bajo.
El padre entra hablando con Esaú.
Padre - Como ves, las cosas no andan del todo bien y yo ya estoy viejo, no creo que me quede mucho tiempo.
Esaú - No diga eso, padre.
Padre – Ahora no pensemos en eso. Te quiero pedir algo, ve a hablar con ese cliente. Cuando vuelvas aquí con el contrato firmado, la dirección de la empresa será tuya.
Esaú - Como usted diga padre.
El padre sale y Esaú se queda solo en el escenario.
Esaú – Hace años, cuando mi hermano y yo éramos unos adolescentes, yo quería ir a la fiesta de graduación, pero mi padre me había encargado unos asuntos de la oficina. Como a mí entonces no me importaba heredar la empresa de mi padre, dejé a mi hermano Jacob que hiciera el trabajo por mí, le prometí que cuando mi padre me heredara yo le dejaría todo a él. Pero eso pasó cuando éramos niños y ahora pienso que yo debo ser el director de la empresa, así que iré por ese contrato sin decirle nada a mi hermano, al fin, que aquello no era en serio. (Se va)
...