LAS TENDENCIAS EXISTENTES EN LA MARIOLOGÍA CATÓLICA CONTEMPORANEA
Enviado por 73207797 • 26 de Marzo de 2019 • Resumen • 3.039 Palabras (13 Páginas) • 309 Visitas
HERNANDO ENRIQUE HURTADO BALLESTAS
MARIOLOGÍA
FACULTAD DE TEOLOGÍA
UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS
BOGOTÁ
2017
Texto: María la Nueva Eva
Capitulo: I
LAS TENDENCIAS EXISTENTES EN LA MARIOLOGÍA CATÓLICA CONTEMPORANEA
La mariología anterior al vaticano II poseía dos tendencias importantes, a saber, la tendencia cristotípica y la eclesiotípica, la diversidad de las dos tendencias era especialmente sensible en el modo de concebir la cooperación de María a la obra de la redención. En términos generales se puede decir que la tendencia cristotípica insiste, ante todo, en la maternidad divina de María, por la que ella pertenece al orden hipostático. De este principio fundamental se derivan todos los demás privilegios de María, los cuales se explican en un cierto paralelismo con los privilegios del mismo Cristo, al que María está íntimamente asociada. La tendencia eclesiotípica insiste en que el primer principio, del que todos los demás se derivan, es que María es tipo de la Iglesia: existe un paralelismo entre María y la Iglesia, y este paralelismo hace que los privilegios de María deban entenderse en analogía con las notas o propiedades de la Iglesia.
Estas tendencias fueron protagonistas de controversias dentro del concilio vaticano II, ejemplo de ello, es el título otorgado a María como madre de la Iglesia. Los mariologos de la tendencia cristotípica deseaban una proclamación del título; más aún, a veces, podían considerarlo como una afirmación de la transcendencia de María sobre la Iglesia. Las reservas frente a este título vinieron de la tendencia eclesiotípica, la cual, admitía sin duda, que María es madre nuestra, es decir de todos los fieles, como es también mande nuestra la Santa Madre Iglesia, pero se quería que se evitara un título que podía sugerir una transcendencia de María sobre la Iglesia.
Para los mariólogos de tendencia cristotípica, la maternidad divina es el primer principio de la mariología, el cual, por tanto, no se funda en ningún otro procedente. La maternidad divina hace que María pertenezca a un orden singular y único, juntamente con su Hijo; de esta manera de entender la virginidad de María que es una consecuencia de la maternidad divina. La maternidad plenamente virginal de María, considerada en toda su realidad, tiene el aspecto de total consagración de María a su Hijo, que es Dios,y el aspecto de integridad corporal, que tiene analogía con la generación eterna, sin corrupción por la que el Verbo procede del Padre. En este mismo sentido la cooperación de María se explica por una estrecha asociación a su Hijo.
Por otro lado, para los mariologos de tendencia eclesiotípica el principio fundamental de la mariología consiste en que María es tipo de la Iglesia. Incluso la maternidad divina de María tiene, como fin, realizar en María un supremo prototipo de lo que es la Iglesia. La maternidad divina constituye el momento de formación de la Iglesia. La formación de la Iglesia tiene un sentido nupcial, que consiste en los desposorios del Verbo con la humanidad, a la que se une al tomar su naturaleza humana concreta. Por otra parte, el proceso maternal, por el que María engendra y da a luz a Cristo, es prototipo del proceso con que la Iglesia engendra y da a luz a los cristianos. Los teólogos de esta tendencia piensan que para que el sí de cada persona concreta puede tener sentido de incorporación a la Iglesia, antes ha tenido que darse un sí en nombre de la Iglesia misma.
HERNANDO ENRIQUE HURTADO BALLESTAS
MARIOLOGÍA
FACULTAD DE TEOLOGÍA
UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS
BOGOTÁ
2017
Texto: María la Nueva Eva
Capitulo: II
PROBLEMAS ECUMÉNICOS DE LA MARIOLOGÍA
En cuanto a la teología mariana como punto de diálogo ecuménico se presentan varios aspectos a tener en cuenta, distinguiéndose el diálogo con los cristianos orientales y los protestantes.
Mariología y diálogo ecuménico con los orientales separados:
En el caso de los hermanos orientales, María resulta siendo un punto en común para avanzar en diálogos de unidad. Aunque los dos últimos dogmas marianos han encontrado oposición, particularmente el de la asunción, mas no por su contenido, sino por la oposición contra la infalibilidad pontificia. En cuanto a los títulos mariológicos, la tradición patrística se convierte en un punto de confluencia y desarrollo por parte de ambas teologías.
- Mariología y diálogo ecuménico con los protestantes:
Se distingue estrictamente entre el anglicanismo y las sectas en referencia al protestantismo. A continuación, se hace un abordaje al protestantismo ortodoxo, fiel a Lutero y Calvino.
- La problemática del protestantismo ortodoxo frente a la Mariología:
Hay dos tipos de problemas mariológicos: unos son aquellas no sistemáticas, es decir, que no tienen conflicto con los principios del protestantismo, como los privilegios de María; y otros son los sistemáticos que son incompatibles con los principios protestantes de exclusividad (sólo Cristo) y el de pasividad (no hay cooperación en la obra de la redención).
- Lutero y la dificultad sistemática de la Mariología:
Lutero en el comentario al Magnificat realiza un análisis y descripción de María, valorando su intercesión. Sin embargo, Lutero tiene cuidado en no llamarla abogada ni mediadora, pues conserva con claridad que sólo a Cristo le corresponde el título de mediador. Piensa que llamar a María mediadora sería ponerla al nivel de Cristo o quitarle parte de la gloria que le corresponde sólo a Él.
- Autores protestantes recientes «catolizantes»:
Destacan Thurian y H. Asmussen como protestantes conversos que han señalado la importancia de María. Thurian valora el sí de María, aunque no se separa mucho de la visión calvinista. Por su parte, Asmussen reconoce que la gracia sólo opera en aquellos hombres que cooperan, reconociendo el mérito de María, a quien es justo alabar, como lo hizo Isabel.
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