LOS PRINCIPIOS DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA

LOS PRINCIPIOS DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA.-

Introducción.-

- La educación cristiana no es sólo escuela dominical, estudio bíblico, cursos de discipulado o algún otro programa de la iglesia. Esta visión parcializa el concepto de educación cristiana que señala la Biblia.

- En la Biblia se descubre que la misión docente de la iglesia debería diseñar el funcionamiento de la iglesia en su totalidad.

- Vemos en la Biblia que Dios mismo delineó la tarea educativa que le cabe realizar a su pueblo. Y con ello están los principios que sustentan dicha tarea. ¿Cuáles son estos?:

Los Principios.-

1. El objetivo de la educación cristiana es ayudar al crecimiento.-

- Cuando se habla de educación en su significado más amplio, hay total coincidencia en que no es la mera transmisión de datos.

- La información es sólo un aspecto del proceso educativo. La educación se completa cuando se logra la formación de la persona; o sea su capacitación para enfrentar la vida.

- La educación cristiana es un proceso de formación o crecimiento de la persona, que tiene los siguientes elementos distintivos:

a) Ante todo, se trata del crecimiento a la imagen de Cristo.

En la educación cristiana existe un modelo de hombre total hacia el cual se dirige el crecimiento. No es un modelo confuso o relativo. Efesios 4.12-13 nos muestra precisamente ese modelo de hombre hacia el cual la educación cristiana debe conducir: la imagen de Cristo. La iglesia debe educar o perfeccionar a sus miembros para que cumplan adecuadamente el ministerio que Dios asignó a cada uno de ellos (v. 12). Así, cada miembro alcanzará la medida de “la estatura de la plenitud de Cristo” (v. 13).

b) Es un crecimiento que se da en dos dimensiones: Hacia “la estatura de la plenitud de Cristo” en cada creyente, lo cual se produce en estrecha relación con el crecimiento de la iglesia como cuerpo. No puede darse el uno sin el otro.

Efesios 4.13 nos enseña que el cuerpo se edifica en tanto que cada miembro individual crece hacia la plenitud de Cristo.

c) Se trata de un crecimiento sobrenatural. La educación cristiana no es una receta mágica que produzca el crecimiento de la iglesia y el de sus miembros. El crecimiento al que apunta proviene de Cristo (vv. 15-16).

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