La Asunción De La Virgen Maria
Enviado por monichita • 3 de Marzo de 2014 • 992 Palabras (4 Páginas) • 281 Visitas
La Asunción de la Santísima Virgen María
María es prototipo de la persona humana glorificada, de lo que seremos nosotros al final de los tiempos.
La Asunción de la Santísima Virgen María
¿Desde cuándo?
Esta verdad en su sentido real y verdadero está atestiguada desde los comienzos del cristianismo, cuando en las catacumbas, los cristianos perseguidos tenían representación que manifestaban la asunción corporal de la Virgen glorificada con Jesús Resucitado en los cielos.
¿Qué es un dogma?
Los dogmas son luces en nuestro camino de la fe.
Son verdades que tienen sus raíces en la Revelación de Dios, y son propuestas por la Iglesia para ser creídas a fin de crecer en nuestra vida espiritual y de unión con Dios.
Los espíritus humildes y pequeños las reciben con agradecimiento y docilidad.
¿Murió o no murió? - ¿Es una fiesta similar a la ascención de Jesús?
Cuando Pío XII en su Encíclica Munificentissimus Deus manifestó lo que la Iglesia cristiana creía y había experimentado desde siempre, se cuidó muy bien de decir si murió o no, pues era una cuestión no definida hasta el momento.
Por de pronto, de lo que sí se tiene certeza es de que la Madre de Jesús fue glorificada en su cuerpo y participa de la Pascua de su Hijo, asunta (subida) por el poder de Dios.
En esto difiere de la Resurrección, Ascensión y Exaltación de Jesús a la derecha del Padre, ya que esto fue realizado por el poder del mismo Señor en su naturaleza humana.
María no realizó esto por su propio poder, sino por el Amor de su Hijo-Dios. Tampoco ella fue exaltada a la derecha del Padre, como es el significado de la Ascensión de Jesús, que lo coloca en un plano de igualdad a Dios.
María es una simple creatura. Por eso no son la misma fiesta para Jesús (Ascensión) y para María (Asunción). Ambos son glorificados como lo seremos todos al final de los tiempos. Pero uno fue exaltado a la derecha del Padre (es decir, declarado igual a Dios, Dios mismo) y la otra no.
Por eso María es tipo y figura de lo que seremos nosotros. Jesús nos precede pero nos excede totalmente en cuanto a su divinidad.
María puede excedernos en cuanto a su gracia en la tierra y gloria en el cielo, pero no en cuanto a su humanidad, a su creaturidad, igual a la de nosotros.
San Epifanio a comienzos del siglo V ponía en dudas de que la Virgen haya muerto. Juan Pablo II, en sus meditaciones sobre la Asunción, se inclina por la muerte de María.
Sin embargo, no ha habido declaración dogmática al respecto. Por eso las fiestas de la Dormición y del Tránsito. No hay fiesta de la muerte y sepultura de María, ni memoria litúrgica de las mismas.
¿Si el Hijo murió, por eso debía querer que muera su Madre también? ¿Necesitaba la redención de la muerte de María? ¿No podía Jesús-Dios, por su poder y amor, librar a su Madre del trago amargo que Él hubo de padecer en solidaridad con toda
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