La Polémica Del Aborto
Enviado por Jamil • 19 de Enero de 2012 • 823 Palabras (4 Páginas) • 499 Visitas
He percibido una peligrosa tendencia en el mundo de legalizar el aborto y dejar en total estado de indefensión (mayor al que ya están) a todo ser viviente que esté en el vientre materno. Tras esta realidad particularmente yo he cambiado mi noción de país y la he reducido al concepto de que cada familia es un pequeño país, cada hogar es un pequeño ESTADO. Llama poderosamente la atención que países como México, donde Juan Pablo II fue tantas veces y donde se encuentra la imagen más representativa para el continente de la Virgen María (Nuestra Señora de Guadalupe), se aprueben estas leyes (Razón tenía Juan Pablo II al decir que no toda México era católica pero sí toda era Guadalupana).
No soy tan religiosa, pero me extraña que en mi país comience a debatirse en el Congreso leyes de este calibre homicida. Yo jamás llamaría a desobedecer la ley, pero leyes de este tipo para mí son leyes de sugerencia y no de imposición. Me explico. Si en mi país aprobaran esta ley bajo el argumento de que si una mujer es violada, es menor de edad, corre riesgo su vida etc, pueda practicarse el aborto, la ley podría ser aprobada, pero ni tu ni yo (católicos) la pondríamos en práctica. Esa sería la gran diferencia.
El tema del aborto, para quienes lo defienden, abordarlo con las palabras q mas adelante les dire s sería muy atrevido de mi parte, pero recordemos que yo defiendo mi postura como católica y por ende, defiendo la cultura de la vida. Sin embargo quería compartir con ustedes una reflexión.
Supongamos que dos jóvenes, mujeres, tienen en momentos diferentes una experiencia sexual (voluntaria o involuntaria). Al cabo del tiempo se encuentran y ambas comparten conversación. La primera le dice que tras su experiencia sexual y quedando embarazada decidió abortar porque era un hijo indeseado y a parte no podía mantenerlo. En ese sentido tomó la decisión que le “solucionaría un problema”. La segunda, al oírla, rompe a llorar y le dice que ella también tuvo una experiencia sexual y que ha ella también le hubiese gustado abortar lo que trajo como consecuencia esa experiencia. La amiga le pregunta, ¿por qué no abortaste? Y esta le responde, porque yo en vez de haber sido bendecida con un hijo adquirí un SIDA. Luego culmina con esta reflexión: Tu te privaste de una gracia que yo jamás podré ejercer, la de ser madre. Ese niño que abortaste con muchísimo gusto yo lo hubiese adoptado.
Así es compañeros. A veces creemos que nuestras desgracias son terribles pero crean que no es así. A veces trato de entender por qué se aprueban estas leyes, sobre todo, aprobadas por personas que OBLIGATORIAMENTE pasaron por un vientre. A los católicos nos acusan de que bautizamos a los niños sin preguntarles si quieren ser bautizados, pero a estos niños abortados, ¿quién les pregunta si quieren vivir o no?
Aprueben o no una ley como esta en el país, la meta es no aplicarla.
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