La Revelacion
Enviado por • 9 de Junio de 2014 • 2.229 Palabras (9 Páginas) • 310 Visitas
LA REVELACIÓN
Es un llamado de Dios al hombre y una manifestación de sí mismo y de su voluntad. Así, revelar es manifestar una verdad, cosa o persona de modo inesperado. Etimológicamente viene del latín re-velare, es decir, descorrer el velo. La acción de revelar recae directamente en la persona que se revela y la da a conocer.
La revelación cristiana es el darse a conocer de Dios a los hombres. Su manifestación en el mundo a través de signos, señales, sucesos y personas.
- Es un llamado o invitación a cada hombre y a todos los hombres a participar de su plan salvífico, que en definitiva, es participar de su propia vida.
- Se da a conocer a sí mismo, en una automanifestación de sí que tiene una historia y un desarrollo.
- Da a conocer el plan de su voluntad: la comunión en Cristo con cada hombre y con todos.
Modos y grados de realizarse
a. El acontecimiento de la revelación:
La revelación es la manifestación histórica de Dios al hombre, manifestación que procede de acuerdo a una maravillosa pedagogía, con etapas, grados (cf. DV 3 y 4). Ella se expresa adecuadamente con dos conceptos:
- Condescendencia divina: abajamiento de Dios a nuestra realidad, palabras y gestos (kénosis).
- Economía de salvación: Dios va dirigiendo providentemente la historia hacia su plenitud, Cristo.
b. Sus diversos modos y grados de realización son:
1) La revelación por la creación y conservación del Universo: La huella del Creador está marcada en su creación (Sb 13; Rm. 1,12-23), de ahí que, pueda conocerse a Dios con certeza a partir de las criaturas (cf. Dz 1785 y DV 3). Esta forma recibe el nombre de revelación natural o conocimiento natural de Dios.
2) La revelación en la historia de salvación: La intervención libre de Dios en la historia, en dos momentos o etapas sucesivas en que va preparando su plena autocomunicación al hombre:
- La revelación como origen: Dios se manifiesta gloriosamente en la creación. Dios todo lo crea para la comunión con Él (gracia). Aunque el pecado del hombre frustre aparentemente este plan salvífico original, Dios, sin embargo, lo llama de nuevo a la comunión en la esperanza de la salvación (Gn 3,15).
- La revelación como promesa. Dios irrumpe en la historia y forma poco a poco un Pueblo con quien hace Alianza y a quien le reveló quién era y le hizo promesas de salvación. Estas promesas exigen del hombre y del pueblo una respuesta de fe y el cumplimiento de sus mandatos.
3) Finalmente se revela plenamente en Jesucristo: En el N.T, donde se llega a la plenitud de los tiempos. Cristo, es la palabra definitiva de Dios Padre, sobre sí mismo y sobre su designio de salvación, es la máxima y definitiva revelación:
- La Encarnación: camino para revelar y revelarse. Encuentro perfecto de Dios con el hombre.
- Cristo: Sujeto de la revelación, es el Enviado del Padre; y a la vez, objeto de ella, Él es Dios; sus palabras y su vida es la Palabra hecha carne.
- Dimensión Trinitaria: Cristo nos revela a la Trinidad.
- Esta plenitud de revelación se da por etapas: Predicación, milagros, Misterio Pascual.
- La revelación de Cristo abraza su persona y su vida toda; no sólo la doctrina.
- En cuanto al contenido: en Cristo se ha revelado todo el designio salvífico. No cabe esperar otra revelación.
- Y la revelación no sólo es la manifestación del misterio divino, sino que también es la comunicación de la Vida y del Amor de Dios a los hombres en Cristo. Autocomunicación de Dios. Por lo tanto revelación y salvación se implican mutuamente.
Carácter histórico de la revelación cristiana
a. La historia es el lugar o escenario esencial de la revelación:
La historia es "el tiempo vivido por el hombre" en el mundo. La revelación ha tenido lugar en la historia, en ella se ha producido la autocomunicación divina, a través de gestos y palabras íntimamente unidos entre sí.
b. La historia como contenido de la revelación:
La historia es también contenido de la revelación, acontecimientos históricos en los que se manifiesta la acción salvífica de Dios, que forman parte esencial de la revelación. Dios ha tejido con el hombre una historia de amor por él, preparando un pueblo en el A.T. y enviando, en la plenitud de los tiempos, a su propio Hijo. Ella exige la respuesta es histórica del creyente.
c. La historia es prueba de la revelación:
La historia es prueba de la revelación pues las palabras expresan el sentido de la acción divina. Actos y palabras íntimamente conexos, así por ejemplo, la cruz corrobora lo revelado en la última cena.
d. Discernimiento crítico de los acontecimientos históricos:
El Problema está en el cómo articular lo absoluto de la verdad divina con lo contingente de la historia. Dios es distinto de la historia. ¿Cómo puede valer para todos los hombres una revelación que se da en un determinado tiempo y cultura? ¿Más aún, si esa cultura es marginal como la judía? Se debe discernir los signos de los tiempos, que permiten vislumbrar intenciones permanentes salvíficas de Dios, esto es, situaciones históricas que permiten explicitar e iluminar algunos aspectos de la revelación. Sin caer en la tentación de hacer de la historia un absoluto.
e. Sentido de la historia, aspecto de totalidad:
El cristianismo afirma que la historia es un todo coherente, que tiene un sentido claro y trascendente, que nada ni nadie escapa del sentido final, aunque en apariencia parecieran muchos elementos no encajar con él. El cristiano sabe que esto sólo se alcanzará en la consumación final. Pero también, que todo cuanto hay de noble, bello y verdadero es una anticipación, que lo adelanta en cierto modo.
f. Por lo tanto, la revelación es a la vez sobrenatural y antropológica:
- Sobrenatural: No viene exigida por la naturaleza, ni es descubierta por la sola razón y, ni siquiera al ser conocida se alcanza de lo contenido en ella evidencia
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