La Verdad De Los Angeles
Enviado por norkelly22 • 18 de Noviembre de 2012 • 354 Palabras (2 Páginas) • 354 Visitas
LA VERDAD ACERCA DE LOS ÁNGELES
Elena G. de White
1. Los Ángeles y los Humanos: Una Vista Panorámica
La relación entre el mundo visible y el invisible, el ministerio de los ángeles de
Dios y la influencia o intervención de los espíritus malos, son asuntos claramente
revelados en las Sagradas Escrituras y como indisolublemente entretejidos con la
historia humana... Antes de la creación del hombre, había ya ángeles; pues cuando los
cimientos de la tierra fueron echados, a una “alababan todas las estrellas del alba, y se
regocijaban todos los hijos de Dios” (Job 38:7)... Los ángeles son por naturaleza
superiores al hombre, pues el salmista refiriéndose a éste, dice: “Le has hecho poco
menor que los ángeles” (Sal. 8:5).
El número y el poder de los ángeles
Las Sagradas Escrituras nos dan información acerca del número, del poder y de la
gloria de los seres celestiales, de su relación con el gobierno de Dios y también con la
obra de redención. “Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre
todos”. Y el profeta dice: “Oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono”. Ellos
sirven en la sala del trono del Rey de rey es, “ángeles, poderosos en fortaleza”,
“ministros suyos”, que hacen “su voluntad”, “obedeciendo a la voz de su precepto”
(Sal. 103:19-21; Apoc. 5:11).
Millones de millones y millares de millares era el número de los mensajeros
celestiales vistos por el profeta Daniel. El apóstol Pablo habla de “las huestes
innumerables de ángeles” (Heb. 12:22, VM; Dan. 7:10). Como mensajeros de Dios,
iban y volvían “a semejanza de relámpagos” (Eze. 1:14), tan deslumbradora era su
gloria y tan veloz su vuelo. El ángel que apareció en la tumba del Señor, y cuy o
“aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve”, hizo que los
guardias temblaran de miedo y quedaran “como muertos” (Mat. 28:34).
Cuando Senaquerib, el insolente monarca asirio, blasfemó e insultó a Dios y
amenazó destruir a Israel, “aconteció que en aquella misma noche salió un ángel de
Jehová, e hirió en el campamento de los asirios ciento ochenta y cinco mil hombres”.
El ángel “destruyó a todos los hombres fuertes y valerosos, con los príncipes y los
capitanes” del ejército de Senaquerib, quien “volvió con rostro avergonzado a su
...