La Virtud De La Mujer
Enviado por nidiamtz • 28 de Agosto de 2014 • 564 Palabras (3 Páginas) • 257 Visitas
Esta noche me gustaría hablar de algunas de esas virtudes. Muchas personas no entienden plenamente el significado de virtud. Comúnmente se entiende que quiere decir ser casto, o moralmente limpio; pero la virtud, en su sentido más completo, comprende todas las características de la rectitud que nos ayudan a formar nuestro carácter. Un antiguo adagio de 1813, enmarcado en un museo de Newfoundland, dice: “La virtud es la belleza más importante de la mente, el más noble ornamento de la humanidad. La virtud es nuestra seguridad y nuestra estrella guiadora que despierta la razón cuando nuestros sentidos yerran”.
LA INFLUENCIA DE UNA MUJER JUSTA
En las Escrituras se nombra a varias mujeres que, con sus dones espirituales, han bendecido a personas y a generaciones. Siempre se honrará y recordará a Eva, la madre de toda alma viviente; a Sara, a Rebeca, a Raquel, a Marta, a Elisabet y a María, la madre de nuestro Salvador; pero en las Escrituras también se mencionan a otras mujeres cuyos nombres nos son desconocidos, pero que nos bendicen por medio de su ejemplo y sus enseñanzas, entre ellas, la mujer de Samaria con la que se encontró Jesús junto al pozo de Sicar (véase Juan 4), la esposa y madre ideal que se describe en Proverbios, capítulo 31, y la mujer fiel que fue sanada simplemente cuando tocó la ropa del Salvador (véase Marcos 5:25–34).
Al consider.ar la historia de esta tierra y la historia de la Iglesia restaurada de Jesucristo, resulta evidente que la mujer ocupa un lugar especial en el plan de nuestro Padre para la felicidad y el bienestar eternos de Sus hijos.
Espero que mis queridas hermanas de todo el mundo —las abuelas, madres, tías y amigas—, nunca subestimen el poder de su influencia para el bien, ¡especialmente en la vida de nuestros preciados niños y jóvenes!
El presidente Heber J. Grant (1856–1945) dijo: “Sin la devoción y el testimonio absoluto del Dios viviente en el corazón de nuestras madres, la Iglesia se extinguiría”1. Y el autor de los Proverbios aconsejó: “Instruye al niño en su camino; y aun cuando fuere viejo, no se apartará de él” (Proverbios 22:6).
El presidente Gordon B. Hinckley aconsejó a las mujeres de la Iglesia:
“Es de enorme importancia que las mujeres de la Iglesia defiendan de un modo firme e inquebrantable lo que es correcto y digno bajo el plan del Señor…
“Llamamos a las mujeres de la Iglesia a defender juntas la rectitud. Ellas deben comenzar en sus propios hogares. Pueden enseñarla en sus clases. Pueden expresarla en sus comunidades”2
Se dice que los grandes portones se mueven con bisagras pequeñas. Hermanas, el ejemplo de ustedes en cosas aparentemente pequeñas tendrá gran influencia en la vida de nuestros jóvenes; la forma en que se vistan y su apariencia, su manera de hablar, su manera de orar, su forma de testificar, su modo de vivir día tras día, marcará
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