Las Virtudes

Comenzaremos por definir ¿que son las virtudes?

En el ser humano las virtudes son perfeccionamientos continuos y estables del entendimiento y de la voluntad que moderan o regulan nuestros actos, dan orden a nuestras pasiones y guían nuestra conducta en coherencia con la razón y la fe, cabe señalar que estas virtudes son adquiridas y fortalecidas por medio de acciones moralmente buenas y reiteradas, las cuales por medio de la gracia son purificadas y perfeccionadas.

Virtud es una propensión, facilidad y prontitud para conocer y obrar el bien.

Para Aristóteles una virtud es el equilibrio perfecto entre dos tendencias humanas como el exceso(o la cobardía) y el defecto (o la temeridad).

Hay dos clases de virtudes: las virtudes teologales y las virtudes cardinales o morales.

Las virtudes cardinales

En teología católica, las virtudes cardinales, son hábitos que disponen al entendimiento y a la voluntad para obrar según el juicio de la razón iluminada por la fe para que ésta escoja los medios más adecuados al fin sobrenatural del hombre.

Se llaman cardinales las que son el principio y el fundamento de las demás virtudes. Las virtudes cardinales hacen referencia fundamentalmente a la vida moral del hombre y a sus acciones buenas.

Las virtudes cardinales expuestas por Aristóteles, se transforman en la brújula que toda persona que desee ser buena y feliz, como dice él, debe seguir y adoptar en su vida, son estas virtudes las que tienen estrecha relación con que un hombre consiga o no la felicidad que anhela, el logro de este objetivo es decir la felicidad es construida por la ejecución de estas virtudes, teniendo en cuenta que para que sean consideradas virtudes estas tienen que ser parte del carácter del hombre y de su conducta , evidenciando las por medio de sus acciones, esta es una de las principales funciones de las virtudes es guiar al hombre hacia lo que debe ser , a conseguir o lograr su meta máxima la felicidad. Esto por medio de una práctica continúa y perseverante la cual tiene por objetivo no solo la felicidad sino también la perfección del hombre. Su fundamento radica en la moralidad del hombre la cual es desarrollada por medio de la educación moral.

Estas virtudes son los ejes que regirán a las otras virtudes, estas son:

1) PRUDENCIA: Nos hace conocer y practicar los medios más conducentes para obrar el bien.

-Saber escoger los fines correctos y los medios para alcanzarlos.

2) JUSTICIA: Hace que demos a cada uno lo suyo y lo que le corresponde.

- Es una virtud moral que nos inspira y nos inclina a respetar los derechos de los otros y dar a cada uno lo que le pertenece.

3) FORTALEZA.: Nos da valor para amar y servir a Dios con fidelidad.

-Asegura, en las dificultades, la firmeza y la constancia en la práctica del bien.

4) TEMPLANZA: Modera la atracción hacia los placeres sensibles y procura la moderación en el uso de los bienes creado.

- Evita toda clase de exceso, el abuso de la comida, del alcohol, del tabaco y de las medicinas.

Utilidad de estas virtudes

La utilidad de estas virtudes en la vida cotidiana del ser humano ha hecho que el hombre se sienta más cerca del sueño principal “la felicidad”, ya que son estas virtudes las características más valorables que el hombre puede tener y desarrollar a lo largo de su vida.

Prudencia:

Con respecto a la utilidad de estas virtudes, encontramos refranes que hacen evidente cualidades de un hombre prudente demostrando que esta virtud provee al hombre de la capacidad suficiente como para llevar una vida equilibrada entre la cobardía y la temeridad.

“El rasgo distintivo del hombre prudente es el ser capaz de deliberar y de juzgar de una manera conveniente sobre las cosas.”

Esto hace referencia a que los hombres temerarios y de poca prudencia sufren calamidades y consecuencias de actos impulsivos como el hecho de tener accidentes automovilísticos por el consumo de alcohol, sabiendo que sus capacidades están limitadas para poder responder a las exigencias de conducir un automóvil, ponen en riesgo no solo sus vidas sino también las de los demás ciudadanos expuesto a la falta de prudencia de uno solo.

EL PRUDENTE VE EL PELIGRO Y LO EVITA; EL IMPRUDENTE SIGUE ADELANTE Y SUFRE EL DAÑO.

(PROVERBIOS 27:12)

Justicia:

“La justicia es un hábito que inclina con constante y perpetúa voluntad a dar a cada uno lo que es suyo”

Unas de las utilidades de la justicia radica en querer que sea por medio de esta por la cual se creen programas y leyes en los gobiernos que tengan por objetivo el proporcionar a todos los ciudadanos igualdad de condiciones y que sus carencias económicas no los impida de tener acceso a derechos esenciales como acceder a planes de salud, educación, previsión social y beneficios que les permitan proveerse de recursos para su sustento económico.

Fortaleza:

“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”

La fortaleza nos es útil continuamente para afrontar las circunstancias difíciles que experimentamos como la pérdida de un ser querido, el termino de relaciones importantes o cuando necesitamos defender nuestros derechos o nuestros valores.

Templanza:

“El alma humana se avergüenza de sí misma cuando se deja vencer por el placer o el dolor”

La templanza es una virtud necesaria sobre todo para no adquirir vicios como el tabaquismo o el alcoholismo ya que nos libra de los excesos y de la manifestación deliberada de nuestros instintos por buscar el placer o del hedonismo.

Virtudes teologales

Las virtudes teologales son tres: Fe, Esperanza y Caridad, mientras que las morales o cardinales son cuatro: prudencia, justicia, templanza y fortaleza.

Las tres virtudes teologales son virtudes en el sentido más alto, puesto que capacitan para actos que sin ellas fueran del todo imposibles. El diálogo principia, pues, siempre en Dios, quien, por su gracia creadora, trabaja en el hombre para hacerlo capaz de una respuesta adecuada

Características o fundamento de las virtudes teologales

a) Sólo Dios puede darlas; la única contribución positiva de que el hombre es capaz. Consiste en preparar su alma para recibirlas.

b) Proporcionan la participación en los bienes propios y exclusivos de Dios

c) Dios mismo

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