La Virtud
Enviado por ximenaguirreo • 3 de Septiembre de 2013 • 1.126 Palabras (5 Páginas) • 311 Visitas
LA VIRTUD
En primera instancia es necesario definir la virtud, siendo todo aquello que hace bueno al que la posee y vuelve buena su obra, es decir, la virtud hace ser bueno al sujeto en el cual se encuentra y por ende hace que su operación sea buena. Esta razón yace en que la virtud de una cosa se toma según lo máximo que esta podría adquirir, y esto máximo a lo que puede desplegarse la potencia de un sujeto es su obra buena.
Asimismo, la operación perfecta no resulta sino de un perfecto agente, y es que conforme a la virtud propia de una cosa, esta no es solo buena porque en ella inhiere sino que también obra bien. Por tanto, si esto es verdadero, la virtud se asociará al hombre como cierto hábito de conducta.
De este modo se infiere que la virtud es una cualidad activa que determina al hombre a realizar el máximo que éste pueda en el plano moral; permite al hombre ejecutar la obra moral perfecta y al mismo tiempo perfeccionarse a sí mismo.
La virtud genera en el hombre, actos que nacen de una completa libertad y del vigor que esta confiere a la potencia operativa en la que inhiere.
Cabe resaltar que los hábitos especulativos pueden llamarse virtudes en cuanto conceden facultad al hombre para la buena operación; mas no pueden llamarse como tal, ya que no porque uno los posea, éste tenderá a ellos, sino que será capaz de buscar la verdad, que dependerá mucho de la voluntad que es quien lo mueve.
Juntamente se encuentra la prudencia que es la virtud intelectual por su sujeto y moral por la materia. Por la que la razón humana se dispone para ordenar los medios para conseguir el fin honesto.
La virtud moral es un hábito electivo porque la elección es el acto propio de la virtud moral, consistente en un medio en cuanto compete a nosotros, determinado por la razón y ésta determinada por quien posee el recto juicio y la prudencia.
De allí que para obrar bien se requiere no solo que la prudencia disponga al intelecto, si no también que el apetito obedezca y siga a la razón prontamente.
Para la obra virtuosa se requiere al mismo tiempo, virtudes intelectuales y morales: que el hombre tenga recta intención del fin; lo cual lo hace la virtud moral, en cuanto inclina el apetito hacia el fin debido; y que el hombre esté bien dispuesto respecto de aquello que se ordena al fin, y esto realiza la prudencia respecto de aquello que se ordena al fin.
Igualmente para la obra virtuosa no basta con que las obras hechas sean buenas, se requiere que el operante obre de modo debido. El que obra debe hacerlo porque sabe lo que hace, no debe hacerlo en razón de otra cosa, y debe realizarlo firmemente en cuanto posee la razón de hábito movido por la elección virtuosa y voluntad.
El hombre virtuoso necesita ser perfeccionado por algunos hábitos mediante los cuales resulte connatural a éste juzgar rectamente del fin; a través de la virtud moral, siendo propio de ella realizar la recta elección (la acción virtuosa se realiza de modo electivo).
No hay virtud moral sin la elección del justo medio determinado por la prudencia, siendo ésta la norma directiva de la elección.
La virtud se manifiesta, pues, como una capacidad, un poder de acción, la inclinación de realizar los mejores actos que la potencia perfeccionada por la virtud
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