La dificultad de las iglesias tradicionales para adaptarse a los cambios

Titulo : La dificultad de las iglesias tradicionales para adaptarse a los cambios.

Después de leer “La Cruz Invertida”, novela escrita por Marcos Aguines, editorial PLANETA, intento analizar mediante este trabajo la postura de la iglesia que no corresponde a la situación social-política de su época.

Marcos Aguines nació en Córdoba en 1935 y es uno de los escritores más leídos y escuchados de la lengua española. Su vasta formación académica lo ha llevado a dictar numerosas conferencias y cursos en instituciones europeas, norteamericanas y latinoamericanas.

Ejerció el cargo de secretario de Cultura de la Nación al restablecerse la democracia.

Recibió varios premios como por ejemplo, los premios Planeta (en España), Nacional de Literatura, Reforma Universitaria, NACIONAL DE Sociología, Agencia EFE y fue designado Caballero de las Letras y de las Artes por el gobierno de Francia. Escribió muchos libros que han sido traducidos a varios idiomas.

Esta novela posee muchos capítulos los cuales llevan el título de los libros bíblicos en que se inspiran, pero a pesar de esto integran una cerrada unidad. Podemos perfectamente establecer puentes entre la novela y nuestra realidad. Puede considerarse un mordaz fresco de Latinoamérica.

El personaje principal, Carlos Samuel Torres recibió una educación tradicional, donde aprendió a reprimir todos sus instintos y libre albedrío. En Europa abrió la mente a la reflexión, cuando antes no lo había hecho, y tomó contacto con sectores progresistas de la iglesia católica. De esta forma, empezó a conocer, por primera vez, la realidad socioeconómica iberoamericana. Cuando el regresa, había cambiado totalmente y pidió que le asignaran la parroquia más pobre. Los conflictos con la iglesia comienzan, y los problemas con el obispo iban aumentando. Lo trasladaron a una parroquia, que se encontraba en un barrio rico y el padre, Buenaventura, había sido castigado por creer en una iglesia que atendiera a los pobres. Los dos curas se alían en una labor pastoral que sigue los principios que postula la teología de la liberación, ganando cada vez más seguidores en la juventud estudiantil. Todo esto los ponen en abierta confrontación con las estructuras sociopolíticas vigentes. Las cosas no iban del todo bien y el juicio eclesiástico se volvió inminente.

Latinoamérica sigue siendo el lugar donde se combinan los ingredientes sociales y políticos más diversos. La novela se inicia con el “Génesis”, y concluye con el “Apocalipsis”, y sus piezas funcionan como un rompecabezas que hace olvidar el aparente desorden de la trama.

El autor nos muestra la lejanía de la iglesia con las clases desposeídas por lo cual el personaje principal será trasladado de parroquia en parroquia, donde no moleste su discurso a los ámbitos de poder.

Estos sacerdotes encarnan un nuevo tipo de religión y sus acciones están encaminadas a satisfacer las necesidades de los seres humanos mas desprotegidos y ven la injusticia social que consideran válida para luchar contra el sistema opresor. Promueven practicar el evangelio en su justa dimensión.

El Obispo y el Nuncio rechazan completamente las ideas de Torres porque obedecen a los que ostentan el poder. Esto va a concluir con la excomunión de los sacerdotes y el triunfo de su clase.

El autor nos deja entrever que existe una alianza secreta con los tiranos que según las épocas se han llamado “caudillos”, “dictadores” o “jefes de estado”; estos dueños de vida y haciendas, adorados por su valentía, crueldad y obstinación, que gobiernan como reyes y no ven el dolor del pueblo.

Donato, encarna a un personaje cruel y fanático que representa el brazo castrense del estado. La tiranía que se impone sobre almas propias y ajenas es tomada con servilismo porque todo mandato de la jerarquía eclesiástica se convierte en un dogma. A esto se va a oponer esta nueva clase de sacerdotes que entienden su misión y que consideran al celibato una costumbre que no pertenece a nuestro tiempo y los aleja de la realidad.

Con respecto al tiempo y al espacio, “La cruz Invertida” se apoya en la sociedad latinoamericana, de los años 70 y el hombre necesitado de liberación a partir de un compromiso con los pobres a pesar de la oposición cultural y socioeconómica donde transcurre.

Entre los personajes de la novela, el autor nos pinta las distintas clases sociales en un contexto latinoamericano imaginario: los Silva Morales, familia de elite tradicional, orgullosa de su posición y ocupados nada más que de si mismos y los de su clase. Los Fuentes: los nuevos ricos y sus esfuerzos por ascender y olvidarse de sus orígenes. El doctor Bello: con sus ideas políticas radicales que se acomoda de acuerdo a los intereses políticos del momento. Olga y Néstor: con sus esperanzas, escepticismo y sus proyectos para el futuro. Olga es la real representante del orden nuevo, porque busca el bien sin atarse ni a la religión representada por el padre Torres, ni a la doctrina de su padre, el doctor Bello. La Iglesia: representada por Carlos Samuel, Buenaventura, Monseñor Tardini y el tío del protagonista. Unos pertenecen a la iglesia

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