La iglesia Аdventista y su identidad profética

CAPÍTULO II

LA IGLESIA ADVENTISTA Y SU IDENTIDAD PROFÉTICA

Introducción

El acelerado ritmo de crecimiento que la iglesia adventista está teniendo en estos días, enfatiza la urgente necesidad de trabajar en la formación de una identidad denominacional profética sólida. La feligresía Adventista está aumentando a un promedio de 2.600 miembros nuevos por día. Como resultado el 25 por ciento de la feligresía mundial tiene menos de cinco años. En las regiones del mundo donde se experimentan las más elevadas tasas de crecimiento, como Sudamérica, más del 40 por ciento de los miembros tienen menos de cinco años en la fe .

Este hecho, por un lado es muy alentador, porque muchos están viniendo a formar parte de la familia adventista, sin embargo, por otro lado, debiera ser preocupante porque al aumentarse considerablemente el número de nuevos conversos, y en algunos casos conversos con poca preparación, se corre el riesgo de perder la identidad adventista, y al perder la identidad, perder el rumbo.

Las respuestas que los miembros dan a la simple pregunta por qué eres adventista es una evidencia de la necesidad que existe de formación profética denominacional de los nuevos miembros y también de los antiguos. Las respuestas más comunes que ellos dan son las siguientes:

“Yo soy adventista porque espero la segunda venida”.

“Yo soy adventista porque es la iglesia verdadera”.

“Yo soy adventista porque aquí conocí al Salvador”.

“Yo soy adventista porque guarda los Diez Mandamientos de Dios”.

“Yo soy adventista porque guarda el sábado, el verdadero día del Señor” .

Estas son respuestas buenas, pero no suficientes. Hasta podría decirse que son respuestas peligrosas. Si se es adventista porque se espera la segunda venida de Cristo, entonces, ¿Por qué no ser miembro de la Iglesia Católica? Ella también espera la segunda venida. Al menos así dice su credo: subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre. Desde allí ha de venir…” . También es repetido en la invocación del “Padre Nuestro” cuando dice “venga tu reino”.

Si se es adventista porque es la iglesia verdadera, lamentablemente todas las iglesias con la Biblia en la mano dicen lo mismo. Como dice el refrán “cada panadero alaba su propio pan”. Si se es adventista porque en la iglesia conoció al Señor Jesucristo, entonces se puede llegar a ser miembro de cualquier otra denominación, porque en todas las iglesias cristianas existen personas sinceras que conocen de corazón al Señor Jesucristo.

Si se es adventistas porque ella guarda el sábado o los Diez Mandamientos, entonces se podría ser miembro de otras denominaciones que guardan el sábado o los mandamientos, tales como los Israelitas del Nuevo Pacto, la Iglesia Bautista del Séptimo día, las Iglesias Adventistas de la Reforma o los movimientos adventistas disidentes del séptimo día que son innumerables.

Las respuestas dadas a esta sencilla pregunta evidencia la necesidad de formación denominacional. Los adventistas en el pasado eran consientes de pertenecer a la “iglesia remanente ” de la profecía bíblica. Estaban convencidos que militaban en “el Movimiento Adventista (que) comenzó su viaje profético hacia el reino, en cumplimiento del plan divino, en el año 1844” . Sin embargo, en los últimos años la identidad adventista tiende a diluirse, y en su lugar está surgiendo una identidad confusa semicarismática evangélica.

¿Cómo se debiera contestar a la pregunta por qué eres adventista? La única respuesta aceptable, que tiene relación con la fe y la misión de la iglesia Adventista es la siguiente: “Yo soy Adventista del Séptimo Día porque es una iglesia profética”.

¿Qué significa que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es una iglesia profética?

1. Que la existencia de la iglesia está profetizada por la Biblia.

2. Que las razones de la existencia de la iglesia se encuentran escritas en la Biblia.

3. Que la iglesia adventista es el cumplimiento de varias profecías de la Biblia.

4. Que Dios es el creador, el sustentador y el conductor de la Iglesia.

5. Que el origen, la historia y el mensaje de la iglesia están profetizados por la Biblia.

En consideración a estas presuposiciones, en esta oportunidad se abordará el tema de las evidencias bíblicas que apoyan que la iglesia es un movimiento profético. Se verán tres aspectos: 1) Que el origen de la Iglesia Adventista es profética; 2) Que la historia de la Iglesia Adventista es profético; y 3) Que el mensaje que la Iglesia Adventista predica es profético.

El origen de la Iglesia Adventista es profético

La partida de nacimiento de la iglesia adventista se encuentra en Daniel 8: 14 “Y él respondió: "Hasta 2300 días de tardes y mañanas. Entonces el Santuario será purificado". (Dan 8: 14). Luego, la profecía de Daniel 9: 24 “Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo” determinan la fecha de inició de los 2300 años.

El decreto de Artajerjes dado en el año 457 AC encaja con Daniel 9:25 cumpliendo la profecía de “la orden para restaurar y edificar a Jerusalén”. El inicio de los 2300 años llevó a 1844. En 1844, con el gran chasco, nace la iglesia. Además, también los 2300 años proféticos originaron el mensaje de la doctrina del santuario celestial.

El Juicio Investigador confirma la interpretación de los 2300 años. Daniel 7: 9-10 dice: "Mientras yo miraba fueron puestos tronos, y un Anciano de muchos días se sentó. Su vestido era blanco como la nieve, y el cabello de su cabeza como lana pura. Su trono llama de fuego, y sus ruedas fuego ardiente. Un río de fuego salía delante de él. Millares de millares le servían, y millones de millones asistían ante él. El tribunal se sentó en juicio, y los libros fueron abiertos”.

Daniel 9: 13-14 "Seguí mirando en la visión de la noche, y vi que con las nubes del cielo venía como un Hijo de hombre. Llegó hasta el Anciano de días y fue llevado ante él. Y le fue dado dominio, y gloria y reino. Y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su dominio es eterno, que nunca pasará, y su reino nunca será destruido".

El capítulo 11 de Apocalipsis es un capítulo exclusivo para la Iglesia Adventista. Es el capítulo del gran chasco ocurrido el 22 de octubre de 1844. La primera parte tiene que ver con el “librito abierto”. Este “librito” era el libro de Daniel que estaba sellado en sus días, pero que para 1844 está abierto . El mensaje del inminente regreso

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