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La leccion de la mariposa


Enviado por   •  30 de Octubre de 2014  •  1.477 Palabras (6 Páginas)  •  275 Visitas

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La leccion de la mariposa

Un día, una pequeña abertura apareció en un capullo; un hombre se sentó y observó por varias horas como la mariposa se esforzaba para que su cuerpo pasase a través de aquel pequeño agujero. Al cabo de un tiempo, pareció que ella ya no lograba ningún progreso. Que había ido lo más lejos que podía en su intento y que no podría avanzar más.

Entonces el hombre decidió ayudar a la mariposa: tomó una tijera y cortó el resto del capullo. Así, la Mariposa salió fácilmente.

Pero su cuerpo estaba atrofiado, era pequeño y tenía las alas aplastadas.

El hombre continuó observándola porque esperaba que, en cualquier momento, sus alas se abrirían, se agitarían y serían capaces de soportar el cuerpo, el que a su vez, iría tomando forma. ¡Nada ocurrió!

En realidad, la mariposa pasó el resto de su vida arrastrándose con un cuerpo deforme y alas atrofiadas. Ella nunca fue capaz de volar.

Lo que el hombre, en su gentileza y voluntad de ayudar, no comprendía, era que el capullo apretado y el esfuerzo necesario para que la mariposa pasara a través de la pequeña abertura, era el modo por el cual Dios hacía que el fluido del cuerpo de la mariposa llegara a las alas, de tal forma que ella estaría pronta para volar una vez que estuviera libre del capullo.

Algunas veces, el esfuerzo es justamente lo que precisamos en nuestra vida.

Si Dios nos permitiera pasar a través de nuestras vidas sin obstáculos, seríamos lisiados.

No tendríamos la fuerza que podríamos haber tenido, y nunca podríamos volar.

Pedí fuerzas... y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte.

Pedí sabiduría... y Dios me dio problemas para resolver.

Pedí prosperidad... y Dios me dio un cerebro y músculos para trabajar.

Pedí coraje... y Dios me dio obstáculos que superar.

Pedí amor... y Dios me dio personas para ayudar.

Pedí favores... y Dios me dio oportunidades.

"Yo no recibí nada de lo que pedí... pero recibí todo lo que necesitaba".

Vive la vida sin miedo, enfrenta todos los obstáculos y demuestra que puedes superarlos.

Disfruta cada momento

Mi amigo abrió el cajón de la cómoda de su esposa y levantó un paquete envuelto en papel de seda: "Esto -dijo- no es un simple paquete, es lencería".

Tiró el papel que lo envolvía y observó la exquisita seda y el encaje. "Ella compró esto la primera vez que fuimos a Nueva York, hace 8 o 9 años. Nunca lo usó. Lo estaba guardando para una "ocasión especial". Bueno... creo que esta es la ocasión".

Se acercó a la cama y colocó la prenda junto con las demás ropas que iba a llevar a la funeraria. Su esposa acababa de morir.

Volviéndose hacia mí, dijo: "No guardes nada para una ocasión especial, cada día que vives es una ocasión especial". Todavía estoy pensando en esas palabras.. y han cambiado mi vida.

Ahora estoy leyendo más y limpiando menos. Me siento en la terraza y admiro la vista sin fijarme en las malas hierbas del jardín.

Paso más tiempo con mi familia y amigos y menos tiempo en el trabajo.

He comprendido que la vida debe ser un patrón de experiencias para disfrutar, no para sobrevivir.

Ya no guardo nada. Uso mis copas de cristal todos los días. Me pongo mi saco nuevo para ir al supermercado, si así lo decido y me da la gana.

Ya no guardo mi mejor perfume para fiestas especiales, lo uso cada vez que me provoca hacerlo.

Las frases "algún día"...y "uno de estos días", están desapareciendo de mi vocabulario. Si vale la pena verlo, escucharlo o hacerlo, quiero verlo, escucharlo o hacerlo ahora.

No estoy seguro de lo que habría hecho la esposa de mi amigo si hubiera sabido que no estaría aquí para el mañana que todos tomamos tan a la ligera. Creo que hubiera llamado a sus familiares y amigos cercanos. A lo mejor, hubiera llamado a algunos antiguos amigos para disculparse y hacer las paces por posibles enojos del pasado. Me gusta pensar que hubiera ido a comer comida china, su favorita.

Son esas pequeñas cosas dejadas sin hacer las que me harían enojar si supiera que mis horas están limitadas.

Enojado porque dejé de ver a buenos amigos con quienes me iba a poner en contacto "algún día"...

Enojado porque no escribí ciertas cartas que pensaba escribir "uno de estos días".

Enojado y triste porque no le dije a mis hermanos y a mis hijos con suficiente frecuencia, cuanto los amo.

Ahora

...

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