La ley de la siembra y la cosecha en acción
Enviado por joelromero • 25 de Junio de 2012 • Ensayo • 485 Palabras (2 Páginas) • 757 Visitas
La ley de la siembra y la cosecha en acción
Dar para recibir, sabio principio tan difícil de aceptar y ejercer
Un árabe muy hábil para las matemáticas iba en su camello por el desierto y encontró a tres hombres que estaban discutiendo muy acaloradamente, acercándose a ellos preguntó por el motivo de la pelea, junto a ellos había un lote de camellos.
Uno de los hombres responde:
- Somos tres hermanos y nuestro padre acaba de morir, nos dejó de herencia estos 35 camellos que tenemos que repartirnos según nos lo indicó: yo, soy el mayor, debo recibir la mitad de los camellos, mi hermano el segundo debe recibir la tercera parte y al menor le tocará la novena parte, el problema es que siendo 35 camellos no podemos dividirlos a la mitad, tampoco podemos encontrar la tercera parte y menos la novena y mis hermanos no quieren ceder nada de manera que la repartición no puede hacerse de acuerdo a la voluntad de nuestro padre.
El matemático piensa un momento y luego baja de su camello, lo agrega a los 35 de los hermanos y dice:
- Les concedo mi camello, así hay ahora 36 animales. De este modo, tú, el hermano mayor puedes retirar la mitad de ellos, es decir 18 camellos. - Y procede a separar 18 animales a un lado con lo que el hombre queda contento.
- Bien - continúa nuestro matemático - ahora, el segundo hermano podrá retirar según la voluntad de vuestro padre la tercera parte de los 36 camellos, es decir 12 - y separa 12 camellos que entrega al segundo hermano colocándolos al otro lado. Queda también contento el segundo hermano.
- Finalmente, la novena parte de 36 es cuatro, así, aquí tienes tus cuatro camellos. - dice al hermano menor entregándole los animales.
Los hermanos se acercan al hombre para agradecerle y éste les dice:
- Bien, los tres han recibido más de lo que les correspondía, porque la mitad de 35 es diecisiete y medio, pero has recibido 18; de igual forma, la tercera parte de 35 es algo más de once sin llegar a doce, pero has recibido 12 y la novena parte de 35 es algo más de tres, sin llegar a cuatro, pero has recibido cuatro. - Le dice a cada uno de los hermanos.
- Ahora bien, sumemos lo que han recibido: 18 + 12 + 4 = 34, pero quedan dos camellos, uno es el mío que os cedí antes de comenzar la división, así que tengo derecho a recuperarlo y el otro me corresponde como honorarios por haberlos ayudado a resolver el problema.
Se retiró con los dos camellos el hombre y los hermanos quedaron contentos con la división agradeciéndole muy efusivamente.
Amigo lector, todo lo que damos al prójimo tiene carácter de provisional, nos es retornado y la vida nos lo devuelve aumentado, la generosidad siempre trae ventajas, seamos generosos con nuestros semejantes y Dios será generoso con nosotros.
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