“La oración de petición en la enseñanza evangélica”

Recensión.

1º parte de la evaluación final de la asignatura Teología de la adoración:

Nota: He considerado las directrices para la elaboración de la recensión propuestas en el Power Point. El texto de referencia es PEDID Y RECIBIRÉIS de José Caba

1.- Identificación

        1.1.- Ficha bibliográfica

Autor: José Caba

Título: PEDID Y RECIBIRÉIS “La oración de petición en la enseñanza evangélica”

Editorial: BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS

Copyright original: BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS, de La Editorial Católica, S.A.

Lugar de impresión: C/ Mateo Inurria, 15, Madrid, España.

Fecha de la publicación: 1980.

Nombre del traductor: Escrito en español

1.2.- Ficha formato

Páginas: 340 páginas. Medidas del libro original 17x11 cm

Tipo de encuadernación original: Tela

Índice: Cuenta con un índice general desde la página VII a la XII que integra un índice analítico y por temas. Al final de la obra encontramos un índice bíblico

Prólogo: del autor, en la página XII

Epílogo: la Obra no cuenta con un epílogo específicamente, sino que acaba con un último capítulo sobre enseñanza y experiencia personal. Posteriormente encontramos el ya mencionado índice bíblico.

2.- Introducción

Sobre el autor y esta obra:

José Caba, Profesor de sagrada escritura en la pontificia universidad gregoriana de roma, relata que 1974 publicó un trabajo sobre la oración de petición. Se trataba de un estudio exegético sobre los tres primeros evangelios y los escritos de San Juan. Allí pretendía encontrar el origen del que parten los evangelistas al transmitirnos cada uno su mensaje sobre la oración de petición. En 1976 se celebró en Toledo la segunda Semana de Teología Espiritual. Al año siguiente se publicaron algunas de las intervenciones y entre ellas la suya bajo el título «La oración de petición en el Evangelio», una apretada síntesis de la doctrina evangélica sobre la materia. En 1977, durante otra nueva Semana de Teología y Pastoral, en Ávila, presenta “La oración de petición en nombre de Jesús en el Evangelio”, concretamente, San Juan.  Algunos de sus amigos, interesados en el tema, le piden que hable nuevamente sobre la materia, y accede “poniendo mano a la obra con la ilusión  grande del  que confía en la fuerza transformadora de la palabra del Evangelio”  así nace Pedid y recibiréis, un tratado sobre La oración de petición en la enseñanza evangélica.

3.- Presentación del contenido

3.1 Sinopsis

Toda actitud de petición que se dirige a Dios en demanda de auxilio implica, por una parte, una concepción teológica de un Dios personal a quien uno puede invocar. Por otro lado, la petición supone una concepción antropológica en la que el hombre, siempre es dependiente de otro de quien lo ha recibido todo. Ante la realidad de una actitud de petición que surge en el hombre como algo innato, se buscan soluciones que justifiquen y expliquen el hecho de la petición. Para unos, la explicación radicará en la conexión que liga al hombre con un ser supremo. Dios, acude a nuestras necesidades cuando le invocamos como hijos. Para otros que consideran esta solución ofensiva para Dios, y negada la posibilidad de acceso a un Dios personal, la oración no es diálogo, sino una realización fundamental del ser humano. En la súplica no tiene lugar el deseo de mover a Dios, sino que el hombre se expresa sencillamente como un necesitado.  Esta solución, puramente horizontal, tampoco puede ser admisible para otros muchos, porque en la oración, y en la petición así entendida, se corta el lazo vertical que liga con el Dios personal.

Supuestas estas dos soluciones: puramente vertical y exclusivamente horizontal de la realidad de la petición, vamos a centrar nuestro trabajo en captar cuál es la concepción que los evangelios nos presentan sobre la doctrina de la oración de petición, intentando descubrir en ellos la concepción equilibrada y justa que puede regir nuestra actitud orante. Nuestra al abordar el tema habría de ser la petición misma que los discípulos dirigen a Jesús al verlo en oración: «Señor, enséñanos a orar» (Lc11, 1).

La exposición del trabajo va a consistir en dos líneas que se cruzan. La primera parte, dimensión vertical de la oración de petición unirá dos extremos, Dios y el hombre a través de un intermediario: Jesús. La segunda parte, dimensión horizontal,  mostrará la proyección hacia los hermanos, que incluye una actitud de petición cuando se realiza según las exigencias evangélicas, y una síntesis de la enseñanza evangélica, viéndola al mismo tiempo cristalizada en el ejemplo viviente de Jesús.

3.2 Ideas centrales

Como ya se ha expresado, la obra presenta dos partes principales de las que surgen la dimensión vertical y la horizontal de la oración de petición, y una tercera, vivencial a modo de síntesis. Estas tres partes nos dejan estas ideas principales:

1º Parte

La dimensión vertical de la petición: Dios - el hombre

El Dios a quien se pide. Un Dios cercano, amigo en el AT de determinadas personas y en la persona de Jesús, amigo de publicanos y pecadores. En último término, si Jesús actúa con aquellos que tienen necesidad y si ha venido a llamar no a justos, sino a pecadores es guiado por la norma de actuación de Dios; «misericordia quiero y no sacrificio» (Os 6,6).

El hombre que pide. Presentando el valor de la insistencia del hombre en la petición, una petición con fe, que excluya la duda, la oración colectiva y la presencia de Jesús en medio de ellos.

Jesús, mediador entre el Padre que escucha y el hombre que pide. El privilegio de esta nueva etapa, Jesús ha salido del Padre y está entre los hombres como mediador, generando una relación de amistad mutua para pedir al Padre en Su Nombre; esta amistad requiere de amor y fe en Jesús, concediendo el Padre estas peticiones en el Nombre de Jesús.-

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