La paternidad de dios
Enviado por nanyrodriguez • 25 de Febrero de 2015 • Ensayo • 4.517 Palabras (19 Páginas) • 330 Visitas
La paternidad de dios
La palabra Padre en griego y en latín viene de una raíz que tiene tres significados:
Nutridor - el que alimenta, tanto el cuerpo como el alma,
Protector - el que cuida, el que da resguardo
Sustentador - el que sostiene, el que anima, el que da fuerza
Todos necesitamos de un padre (aún los animales), es por eso que Dios nos ha dado un padre terrenal a todos, ellos tienen la responsabilidad de llenar vacíos en nuestras vidas, de guiarnos, protegernos, y sustentarnos. La tarea de un padre no es solo alimentar, vestir y proveer lo económico, su labor más importante es ayudarnos a desarrollarnos íntegramente como personas, darnos un modelo de vida, darnos apoyo emocional y espiritual principalmente en nuestros primeros años
Sin embargo, siendo nuestros padres humanos, muchas veces no logran cumplir con sus responsabilidades a cabalidad, se equivocan, eso causa frustración, resentimientos y dolor en el corazón de muchos hijos
¿Qué podemos hacer ante esta situación?
HAY QUE RECONOCER QUE TENEMOS UN PADRE EN LOS CIELOS QUE SIEMPRE ESTARÁ A NUESTRO LADO
“Aunque mi Padre y mi madre me abandonen, tú Señor, te harás cargo de mí” (Salmo 27:10)
En realidad él es nuestro verdadero Padre, ha delegado algo de sus funciones a nuestros padres terrenales, pero si ellos no pueden cumplirlo, Dios toma esa función paternal que le pertenece primariamente a él. Nuestros padres pueden dejar de actuar como tales, ya sea por que abandonan sus responsabilidades paternales, ya sea porque priorizan lo económico y tienen que dejarnos para encontrar sustento para nosotros en lugares lejanos, ya sea porque cometen errores en sus vidas y nosotros nos vemos afectados o simplemente porque mueren. En medio de esa situación debemos de recordar que nuestro verdadero Padre sigue con nosotros, que cuando nuestros padres terrenales se ausentan o no funcionan como tal, tenemos a Dios quien asume total y plenamente esa función. Jamás debemos sentirnos abandonados o desdichados por esa carestía, encontremos en el Señor el calor de Padre que nos hace falta.
TENEMOS QUE SABER QUE DIOS ES UN PADRE QUE NOS CONOCE PERFECTAMENTE Y QUE ESTÁ DISPUESTO A MOLDEAR NUESTRAS VIDAS
“Señor tú eres nuestro Padre, nosotros somos el barro, tú nuestro alfarero, todos fuimos hechos por ti mismo” (Isaías 64:8)
Dios como Padre, asume la función de Alfarero, nos acaricia (afecto), nos moldea (forma nuestro carácter), y nos vuelve instrumentos útiles. Él tiene el poder para hacerlo.
Debemos de relacionarnos profundamente con nuestro Padre Dios, y encontrar en él todo aquello que no encontramos en nuestros padres terrenales.
En realidad, cada padre terrenal debería de aprender de Dios la paternidad, él es el modelo que todos debemos de imitar, es nuestro deber replicar el corazón amoroso de Dios en nuestras vidas para que nuestro hijos reciban el amor de verdad. Cada padre debería de mantener una relación cercana e íntima con el Señor y aprender de él el amor.
Si comenzamos a ver a Dios como realmente nuestro Padre, y buscamos en él llenar nuestros vacíos, entonces aprenderemos a ver a nuestros padres terrenales con misericordia, con comprensión, a no exigirles aquello que no son capaces de dar, y más bien podremos tener las fuerzas de reconciliarnos con ellos, perdonándoles por habernos fallado y herido. Que así sea.
El padre como la primera persona.
Se indica que hay tres Personas en la Trinidad : el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y que ellas son un solo Dios. La Primera Persona es designada como el Padre. Por lo tanto, el Padre no es la Trinidad , el Hijo no es la Trinidad y el Espíritu tampoco es la Trinidad. La Trinidad incluye las tres Personas. Aunque la doctrina del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo está presentada en el Antiguo Testamento y estos términos se dan a las Personas de la Trinidad , el Nuevo Testamento define y revela la doctrina total. Y en esta revelación neotestamentaria el Padre aparece eligiendo, amando y dando; el Hijo se revela sufriendo, redimiendo y sustentando; mientras que el Espíritu se manifiesta regenerando, impartiendo poder y santificando. El Nuevo Testamento se centra en revelar a Jesucristo, pero a la vez, presenta a Cristo como el Hijo de Dios, la verdad de Dios el Padre es, de esta manera, revelada. Dado el orden irreversible del Padre mandando y comisionando al Hijo, y el Hijo mandando y comisionando al Espíritu Santo, el Padre se designa correctamente en teología como la Primera Persona sin rebajar en ninguna manera la inefable deidad de la Segunda o la Tercera Persona.
En la revelación concerniente a la paternidad de Dios pueden observarse cuatro aspectos diferentes:
1) Dios como el Padre de toda la creación
2) Dios el Padre por relación íntima;
3) Dios como el Padre de nuestro Señor Jesucristo, y
4) Dios como el Padre de todos los que creen en Jesucristo como Salvador y Señor.
B. La paternidad sobre la creación.
Aunque las tres Personas participaron en la creación y participan en el sostenimiento del universo físico y de las criaturas que existen en él, la Primera Persona , o sea Dios el Padre, en una manera especial es el Padre de toda la creación. De acuerdo a Efesios 3:14-15, Pablo escribe: «Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra.» Aquí toda la familia de criaturas morales, incluyendo ángeles y hombres, son declaradas para constituir una familia de la cual Dios es el Padre. De una manera similar, en Hebreos 12:9 la Primera Persona es nombrada como «el Padre de los espíritus», lo que parece otra vez incluir todos los seres morales tales como ángeles y hombres. De acuerdo a Santiago 1:17, la Primera Persona es el «Padre de las luces», una expresión peculiar que parece indicar que Él es el originador de toda luz espiritual. En Job 38:7 los ángeles se describen como hijos de Dios.
Job 38:7 7 Cuando alababan todas las estrellas del alba,
Y se regocijaban todos los hijos de Dios?
Job 1:6 6 Un día vino a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.
Job 2:1 1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.
A Adán se le refiere como hijo de Dios por creación en Lucas 3:38, por implicación, un hijo de Dios. Malaquías 2:10 hace la pregunta: « ¿No tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios?»
Pablo, dirigiéndose a los atenienses en la colina de Marte, lo incluyó en este
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