La sanidad divina
Enviado por Yeimira • 1 de Noviembre de 2014 • Ensayo • 2.127 Palabras (9 Páginas) • 247 Visitas
LA SANIDAD DIVINA
Creemos en la Sanidad Divina por la obra redentora de Cristo.
La sanidad divina es una parte primordial del evangelio. La liberación de la enfermedad ha sido provista en la expiación y es el privilegio de todos los creyentes
CAUSAS DE LA ENFERMEDAD
Primariamente, la enfermedad y la muerte han venido sobre el hombre debido al pecado “…por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”. El cuerpo fue sometido a los estragos de la enfermedad y esta se convirtió en uno de los medios de ejecutar la sentencia de la muerte por causa del pecado. Es un error suponer que toda enfermedad proviene de un pecado cometido recientemente. Las enfermedades están en el mundo y afectan a la
Humanidad en general sin importar justicia o pecado personal
Es importante aclarar que la enfermedad tiene varias razones:
1. Por las consecuencias de la caída.
La humanidad está destinada a sufrir enfermedades y dolencias.
Damos gracias a Dios que por nuestro Señor Jesucristo podemos recibir
Sanidad, mas esta no implica inmunidad.
2. Por causa del pecado. Una de las consecuencias del pecado es la muerte. Esta se da generalmente por las enfermedades. Muchos de los
pecados que el hombre comete atacan directamente su cuerpo, lo que ocasiona enfermedades.
3. Por causa del descuido. La Biblia nos recuerda que somos Templo
Del Espíritu Santo. Si bien ahora entendemos este principio, muchas
Veces no cuidamos adecuadamente nuestro cuerpo, lo que le hace
Propenso a enfermedades, accidentes y dolencias. De alguna manera el
Descuido es una forma de pecado, mas no es algo intencional.
4. Por la influencia de demonios. La Biblia registra algunos casos en
Los que la enfermedad de alguna persona tenía un trasfondo espiritual
ESPERANZA FRENTE A LA ENFERMEDAD
Nuestro buen Dios ha provisto la sanidad por medio de nuestro Señor
Jesucristo. Incluso desde el Antiguo Testamento la posibilidad de Sanidad estaba al alcance de los hombres en cuanto a la protección. Dios dijo: “Si escuchas atentamente la voz de Jehová, tu Dios, y haces Lo recto delante de sus ojos, das oído a sus mandamientos y guardas todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié sobre los egipcios traeré sobre ti, porque yo soy Jehová, tu sanador”
TENTACIÓN
La palabra tentación‟ equivale de decir prueba‟. Y esta palabra puede suscitar en nosotros un doble sentimiento: de miedo y de entusiasmo, igual que la batalla en un militar: si la pierde, es su ruina; si la gana, es su gloria.
Hablando en cristiano, y con el más puro lenguaje de la Biblia, tentación es la ocasión peligrosa en que puede fallar nuestra fidelidad a Dios. En este sentido, la tentación nos da miedo a todos. Y le dio miedo a Jesús por nosotros, y por eso puso en nuestros labios esa súplica que ahora nos ocupa: “no permitas que caigamos en la tentación”, porque nos podríamos perder.
Por otra parte, la misma Biblia colma de elogios al valiente que ha sabido vencer.
Dichoso el hombre que soporta la prueba con fortaleza, porque después de la prueba recibirá como premio la vida, que es la corona[q] prometida por Dios a los que les ama.
(Santiago 1,12).
En este otro sentido, la tentación no nos da miedo, porque sirve para llenarnos de mérito y de gloria.
Partimos siempre de lo que nos dice la misma Biblia, a saber: que Dios no tienta a nadie, y que Dios nos da siempre la fuerza para vencer.
Por Santiago nos asegura: “Dios no incita a nadie a pecar, porque cada uno es incitado a pecar por su propia pasión, que lo arrastra y lo seduce”.
EL ÚNICO DIOS VERDADERO
Creemos en el Único Dios verdadero, manifestado en tres personas:
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo como la Deidad adorable.
El único Dios Verdadero se ha revelado como el Eterno existente en Sí mismo “YO SOY”, el Creador del cielo y de la tierra y Redentor De la humanidad. Se ha revelado también encarnando los principios De relación y asociación como el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
(Deuteronomio 6:4; Isaías 43:10; Mateo 28:19; Marcos 12:29; Lucas
3:22).
Definición de vocablos. Los vocablos “trinidad” y “personas”, según Se relacionan con la Deidad, aunque no se encuentran en la Biblia, Están en armonía con ella. Por lo tanto podemos comunicar a los demás Nuestro entendimiento inmediato de la doctrina de Cristo respecto al Ser de Dios, según se distingue de “muchos dioses y muchos señores”. Podemos hablar debidamente del Señor nuestro Dios, que es un solo Señor como una Trinidad o como un Ser de tres personas, sin apartarnos Por ello de las enseñanzas bíblicas como ejemplo,
Mateo 28:19; 2 Corintios 13:14; Juan 14:16,17
Distinción y relación en la Deidad. Cristo enseñó una distinción de Personas en la Deidad que expresó en términos específicos de relación: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Que esta distinción y relación, en lo que A su forma se refiere es inescrutable e incomprensible, pues la Biblia No lo explica
(Mateo 11:25-27; 28:19; 1 Juan 1:3, 4).
Unidad en la Trinidad. La Trinidad es un misterio en si misma. Es
Una doctrina bíblica ampliamente sustentada Las tres personas de la Deidad
Están en un estado de unidad, por lo que sabemos que no son tres dioses
Diferentes. Ninguna de las personas de la Deidad existe ni opera separada
O independientemente de las otras (Juan 5:17-30).
SEGUNDA VENIDA
Creemos y esperamos la venida de nuestro Señor Jesucristo, quien vendrá y tomará para sí a aquellos que hemos creído. A partir de ese momento, Dios hará juicio sobre los moradores De la tierra. Este no ha de ser el final para los hombres: una eternidad nos espera. Eternidad que será de comunión plena con Dios para los justos y castigo para los impíos.
Creemos en la resurrección de los redimidos y el arrebatamiento de
La iglesia antes de la tribulación.
La resurrección de los que han muerto en Cristo y su arrebatamiento junto con los que estén vivos cuando sea la venida del Señor es la Esperanza inminente y bienaventurada de la Iglesia 1 Corintios 15:51, 52).
Por causa del pecado entró la muerte a los hombres. Esta realidad no atemoriza al verdadero creyente pues Jesús es la resurrección y la vida
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