La unicidad de la unicidad de diosios
Enviado por daniter • 20 de Julio de 2012 • Trabajo • 1.931 Palabras (8 Páginas) • 496 Visitas
LA UNICIDAD DE DIOS
Cuando a Jesús se le preguntó que cuál es el primer mandamiento de todos, su respuesta fue: “…oye Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor UNO es” (Marcos 12:29). Esto es monoteísmo (creencia en un solo Dios) y para describir esta doctrina utilizamos la palabra UNICIDAD cuyo significado, según el diccionario de la real academia de la lengua española (DRAE), es “cualidad de único”; y para ÚNICO encontramos que significa SOLO y SIN OTRO de su especie, extraordinario, excelente, INDIVISIBLE.
Algunos tratan de explicar la doctrina del Dios único con la palabra UNIDAD; sin embargo, el DRAE define esta palabra como UNIÓN (entre otros significados), es decir, juntar dos o más cosas entre sí, haciendo de ellas un todo; por tal razón es incorrecto utilizarla. La doctrina unitaria calza muy bien en la llamada santísima trinidad ya que, según la definición de esta última (trinidad), son tres personas distintas que forman un solo Dios verdadero; es decir que es el producto de la unión de tres partes (Padre, hijo y Espíritu Santo) para formar un todo (Dios).
Sabemos que nuestro Dios no es una mezcla o unión, “Dios es Espíritu…” (Juan 4:24) él no es persona, él es ÚNICO, INDIVISIBLE, sin otro de su sustancia o esencia como dice 1Timoteo 6:16 “el ÚNICO (del griego monos: solo o solitario) que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible…”, esta es la DOCTRINA DE LA UNICIDAD DE DIOS.
El PADRE
En Génesis 1:2 leemos: “… el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas” y si “Dios es Espíritu” y es SANTO podríamos decir que el Espíritu Santo se movía en esas aguas (DIOS MISMO). Cuando Dios habló y dijo “…hágase la luz…” hizo una función de padre ya que engendró por medio de su palabra. Engendrar no solamente es procrear, el DRAE también menciona que es causar, ocasionar y formar; y siendo así Dios es el causante, el ocasionador y formador de todo lo que existe. A él se le conoce como el PADRE en la creación y mientras se movía sobre la faz de las aguas era Dios expresándose para que por medio de la palabra fueran creadas todas las cosas.
Jesucristo le dijo a Nicodemo “si os he dicho cosas terrenales y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?”, dicho de otra manera, Jesús está diciendo que usa términos terrenales para explicar los celestiales; por tal razón Dios se atribuye un título terrenal (PADRE) para que podamos entenderlo. Isaías 64:8 dice: “…Jehová, tú eres nuestro padre…”, también salmo 33:6 expresa: “por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca”, esto nos explica la razón por la cual ese Santo Espíritu (Jehová del antiguo testamento), es llamado PADRE; pues “en el principio CREÓ (ENGENDRÓ: CAUSÓ, FORMÓ) Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).
EL VERBO
En Juan 1:1 dice: “En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios”, el verbo es la palabra de Dios, esa voz que se escuchó en la creación; pero también se nos hace mención de que esa palabra o verbo “era CON Dios”, esta conjunción (con) une y hace énfasis en lo inseparable de Dios y su verbo (palabra).
Por medio de la innovación tecnológica nuestra voz puede ser escuchada en cualquier parte del mundo y nadie puede decir que esa voz tiene una identidad diferente a la de nosotros ya que fluye de nuestro interior, es CON nosotros, es inseparable de nosotros; y aunque sea capturada en un CD u otro medio no podemos decir que es otro ser distinto, por eso Juan expresa, inspirado por el Espíritu, que el verbo (la palabra) “era Dios”.
Juan 1:14 dice: “y aquel VERBO FUE HECHO CARNE, y habitó entre nosotros”, Jesús es el verbo hecho carne; 1 Juan 1:1 lo menciona diciendo: “… lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al verbo de vida (Jesús hecho carne). El Espíritu de Dios (Dios mismo porque “Dios es Espíritu”) habitó dentro de ese cuerpo, así lo declara el apóstol Pablo en 2 Corintios 5:19 “Dios estaba en (dentro de) Cristo reconciliando consigo al mundo”. Se puede decir que hubo una fusión entre la deidad de Dios (su Espíritu) y el verbo hecho carne (su humanidad) ya que no se puede separar a Dios de su verbo o palabra; pues como alguien en cierta ocasión expresó: “la palabra es el vehículo del pensamiento”, y en el pensamiento de Dios, su plan de salvación, estaba el redimirnos manifestándose en un cuerpo a quien el mundo conoció con el nombre de Jesucristo.
DIOS MANIFESTADO EN CARNE
Jesucristo no era otra persona, era Dios en un cuerpo de carne. En Isaías 35:4 se profetizó: “… vuestro Dios viene…Dios mismo vendrá, y os salvará…”, habría señales de su venida tales como: “los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán… el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo…” (v5-6); Jehová del antiguo testamento prometió venir y no enviar a otro. Juan el bautista mandó a preguntarle a Jesús: “¿Eres tú aquel que había de venir (Jehová), o esperaremos a otro?”, siendo la respuesta del señor: “Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis (hechos y no palabras) los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados (señales profetizadas por Isaías) y a los pobres es anunciado el evangelio” (Mateo 11:3-5). Con estas palabras Jesús está citando la escritura y afirmando que él es Jehová del antiguo testamento, quien prometió venir y salvar a su pueblo. 1 Timoteo 3:16 dice: “E indiscutiblemente grande es el misterio
...