Literatura Romana
Enviado por olivar94 • 7 de Mayo de 2014 • 5.199 Palabras (21 Páginas) • 207 Visitas
POLICIA NACIONAL DEL PERÚ
TEMA :
CURSO :
DOCENTE :
INTEGRANTES :
N° DE ORDEN GRADO APELLIDOS Y NOMBRES NOTAS
ELAB. SUST. PROM.
28 DELPINO CAMA SELENE
29 GUARDIA BENITES LUS ANGELICA
31 BAZALAR LAPA ZORAIDA ROMINA
SECCION :
BATALLON :
SUPERACION
LIMA – PERÚ
2014
DEDICATORIA
Este trabajo se lo dedicamos a nuestras familias, por su apoyo incondicional en el transcurso de nuestras vidas personales y profesionales.
A nuestros Docentes por brindarnos las herramientas necesarias para triunfar.
Y a todos aquellos que de alguna forma nos incentivan a salir adelante.
AGRADECIMIENTO.
A nuestros padres por permitirnos estudiar y apoyarnos sin interés
alguno con la sola finalidad de vernos realizados.
INTRODUCCIÓN
El latín es la lengua más conocida entre las lenguas muertas y debe el nombre al Lacio (antigua comarca en Italia, donde se encontraba Roma) y fue adoptada posteriormente por los fundadores de Roma. Tenía aproximaciones de otros idiomas como el griego, el umbrío, elosco y el etrusco y con aportaciones de algunos dialectos que han concurrido a la formación de la lengua latina como el pelasgo o el céltico; hay que lamentar la pérdida del libro Orígenes de Roma, de Catón, que hubiera ayudado a esclarecer sobre la cuestión de la primitiva composición del latín. El monumento más antiguo que se conserva del latín es un canto o himno que los hermanos arvales (colegio de sacerdotes romanos) recitaban en su fiesta anual y que fue descubierto en el año 1777, grabado en una piedra, acompañada de los estatutos del colegio.
La literatura romana es fundamentalmente literatura latina, aunque también incluye algunos autores romanos que escribieron en griego. Sin embargo, hay mucha literatura latina escrita después del final del imperio romano en Occidente que ya no es literatura romana, evidentemente.
Si bien es cierto que gracias al prestigio que lo helénico tenía en la naciente civilización romana y que muchos de los autores romanos fueron educados por maestros de origen helénico, el origen de la literatura romana se vincula con el periodo clásico griego. Por esto, en Roma la literatura asume la caracterización general de la literatura clásica griega que fue su modelo en un comienzo.
LA LITERATURA ROMANA
La literatura Romana se inicia en latín (de aquí su nombre de literatura latina). Se extiende por espacio de ocho siglos y se divide en tres épocas, principalmente: la republicana, la imperial y la paleo-cristiana.
En la época republicana (siglo III a.C.), la literatura latina es básicamente imitación de los modelos helénicos. La época imperial entre la muerte de Julio César (44 a.C. y el siglo III d.C.) constituye la de mayor esplendor, debido a la extensión del imperio y el origen variado de los escritores. La época paleo-cristiana (siglo III d.C), llena a la literatura de motivos y contenidos religiosos por el auge del cristianismo.
La literatura romana en latín abraza dos partes muy marcadas que son la literatura indígena y la imitada.
La literatura romana indígena ha dejado muy pocos vestigios y sólo nos ofrece fragmentos, que proceden del origen de Roma y ensayos de arcaísmos que proceden fundamentalmente de tiempos de la República, de los emperadores y principalmente de los Antoninos.
La literatura romana imitada ha producido composiciones en que la inspiración individual se junta a la imitación más feliz, obras numerosas y elegidas que nos han llegado enteras. A veces se ha solido confundir las obras de origen italiano, producciones más toscas del genio agrícola o religioso de los primitivos romanos (que ofrecen un carácter más original), con las copias latinas de las obras maestras de Grecia, que ofrecen un encanto, una elegancia y una suavidad correspondientes a una civilización culta y refinada.
ORÍGENES DE LA LITERATURA ROMANA
1.1. Desde el origen de Roma hasta Livio Andrónico
Este primer periodo no ofrece más que obras incompletas. En su origen este pueblo agricultor y jurista, religioso y práctico, no tiene nada del instinto poético de las poblaciones nacientes, su jactancia resplandece en canciones y farsas desordenadas; además se caracteriza en lo siguiente:
Su religión muestra ceremonias supersticiosas.
Los axamenta o cantos de los sacerdotes salios se refieren igualmente a ceremonias piadosas y se expresaba por un delirio excitado y danzas acompañadas de cantos y ceremonias extrañas en que figuraban anciles, escudos consagrados al dios Marte.
En cuanto al origen del gusto escénico de los romanos está en lo siguiente:
• Ciertas invectivas satíricas, dirigidas por los soldados a los triunfadores.
• Ciertas fiestas campestres celebradas en las cercanías de las ciudades, daban también lugar a una embriaguez y danzas en el que se mezclaban cantos denominados fesceninos y diálogos que tenían cierta apariencia dramática. Odres llenas de aceite sobre las que bailaban los aldeanos, cortezas de árboles o plantas colorantes con que se cubrían el rostro, disputas alternadas o una especie de prosa cadenciosa, escrita en versos saturnios o saturninos, formaba el diálogo.
• La introducción en Roma en el año 391 de bailarines y actores etruscos en el momento que el pueblo consternado procuraba conjurar con ceremonias jocosas y extraordinarias los estragos de la peste y que fue la ocasión de una especie de inauguración dramática en Roma.
Tal fue el verdadero origen del teatro indígena en Roma de aquellas escenas exentas de arte, teatro tan diverso del drama imitado de los griegos que cautivó luego al público.
Estas improvisaciones verificadas por los jóvenes de la población se incorporaban con una especie de armazón de fábulas atellanas, de la villa de Atella en Campania, cerca de Aversa, y constituían un teatro peculiar a Dios con sus personajes especiales, como Maccus, Bucco, Puppus y sus privilegios particulares en su cualidad de teatro indígena, sostenido y representado en su origen por la juventud romana (con la exclusión de los histriones o actores asalariados, dedicados a las piezas de origen griego).
Hacia los años 302 y 304 de Roma, después
...