Más Allá De Los Pros Y Los Contras
Enviado por Angelmoga4 • 7 de Abril de 2014 • 410 Palabras (2 Páginas) • 218 Visitas
En cierta ocasión, un buen amigo, médico de profesión, recibió la propuesta de dejar su consulta
privada e invertir 100.000 dólares en un centro de salud en el que se encargaría de la dirección médica. Y la
propuesta parecía muy prometedora porque el beneficio estimado al cabo de los tres años sería de unos
cuatro millones de dólares.
De modo que no pudo resistirse a la tentación de un espacio en el que la gente recuperara la salud
mientras disfrutaba de unas vacaciones, combinado con la posibilidad de obtener unos interesantes
beneficios económicos. Así fue como mi amigo traspasó su consulta, invirtió en el proyecto y se convirtió en
su director médico. Pero no tardó mucho tiempo en darse cuenta de que no había ningún proyecto médico
que dirigir y acabó malgastando su tiempo tratando de vender participaciones en el negocio.
Cierto día, mientras estaba dirigiéndose hacia su nuevo trabajo, se descubrió súbitamente golpeando
el salpicadero del coche y gritando: «¡Ya no puedo más! ¡Ya no puedo seguir haciendo esto!».
Inmediatamente se detuvo, se tomó unos momentos para tranquilizarse y reemprendió el camino hacia el
trabajo.
Un año después la sociedad quebró y, con ella, también lo hizo mi amigo.
Hoy en día admite que desde el mismo comienzo tenía la sensación visceral de que algo no iba bien,
de que el proyecto era demasiado optimista y de que tenía más que ver con el negocio inmobiliario que con
la medicina preventiva. Pero el hecho es que en aquella época mi amigo anhelaba un cambio y los
incentivos financieros parecían tan prometedores que acabó aparcando sus dudas, cosa de la que más
tarde terminó arrepintiéndose.
Es muy frecuente que la vida nos obligue a tomar decisiones arriesgadas, decisiones que nunca son
tan claras como los modelos del tipo «si esto, entonces aquello» que se nos enseñan en los cursos de
análisis de riesgos y toma de decisiones, en donde se insiste en el modo de afrontar las decisiones
cotidianas que tenemos que adoptar en nuestro entorno laboral como, por ejemplo, qué persona debe
ascender, con qué empresa debemos fusionarnos, qué estrategia de mercado debemos adoptar o si
tenemos que aceptar la oferta de algún negocio. Cuando se trata de tomar decisiones de este tipo, las
sensaciones viscerales —la sensación profunda acerca de lo que está bien y lo que está mal— pueden
brindarnos una información fundamental que no debemos ignorar, a menos que queramos arrepentimos
más tarde o más temprano.
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