NO IMPORTA TU EDAD, DIOS TE DARÁ FUERZAS
Enviado por linvette • 16 de Febrero de 2019 • Trabajo • 6.591 Palabras (27 Páginas) • 554 Visitas
Leemos en Isaías 40:21-31: “21¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó? 22El está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. 23El convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. 24Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca. 25¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo. 26Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio. 27¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? 28¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. 29El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.
Yo creo que una de las cosas que más debilita el ánimo de las personas, una de las cosas que les hace desistir de su propósito, de sus sueños, es el hecho de tener que enfrentarse a circunstancias adversas en la vida. En estos días un hombre me dijo: “Mi señora me repudia y no quiere volver conmigo; ella no entiende que yo soy la cabeza del hogar, el sacerdote de mi casa”. El me relataba todas las cosas que la esposa hacía mal, entonces yo lo interrumpo y le pido que me cuente sobre todo lo que él hacía mal. Me responde: “Yo le fui infiel, también estuve varios años sin trabajo y no podía aportar económicamente en mi casa”. He visto cómo a los esposos o esposas, ante la escasez económica o un hecho como el adulterio, se les desacomoda el estilo de vida; sucede también por casos de enfermedad, por el fracaso en la crianza de los hijos, de modo que las fuerzas comienzan a debilitarse. Recuerdo una persona que me dijo: “¡Todo me va mal! Si pongo un negocio de venta de sombreros, lo que falta es que los niños nazcan sin cabeza”.
Sufriendo adversidad tras adversidad y problemas tras problemas las fuerzas se debilitan y caen, pero la promesa de Dios contenida en esta palabra, para aquellos que confían y esperan en Él, es que Dios no se cansa con cansancio, no se fatiga y los que esperan en Él no se cansarán; dice también que multiplica las fuerzas del que no tiene ningunas. Según esta palabra no importa la edad que tú tengas, aunque los muchachos se fatigan y se cansan, “los que esperan en Jehová”, tendrán nuevas fuerzas. Puede ser que tengas 60 o 70 años, pero de acuerdo a la promesa de Dios, ¡tendrás nuevas fuerzas, levantarás alas como las águilas, correrás y no te cansarás, caminarás y no te fatigarás!
NO IMPORTA TU EDAD, DIOS TE DARÁ FUERZAS
Dice la Biblia que los muchachos se cansan y se fatigan, pero cuando la palabra señala: “los que esperan a Jehová” no se refiere a si eres joven o viejo, no importa la edad, no importa el sexo ni los problemas matrimoniales o económicos que padezcas, no importan los problemas laborales, tampoco el terremoto de Haití. ¡El que espera en Jehová tendrá nuevas fuerzas! A algunos los debilita el pasado, están tan acostumbrados a fracasar que ya ni siquiera quieren volver a intentar, pero hoy el Señor les dice, -y te dice a ti también-: “Espera en Jehová”. ¡No puede ser que tu pasado te prive de tu futuro!
En la Biblia no dice que los que luchan, se cansan de luchar, sino que, quienes esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas, serán renovados, se les darán alas como las del águila, podrán remontarse por encima de los problemas. No es por mucho trabajar que te fatigas sino por no esperar en Jehová, ¡cuando uno no tiene su fortaleza en Dios es cuando se debilita!
¿Qué es lo que te debilita? “¡Ahhh pastor, no puedo verle la cara a mi marido, le tengo un asco!” ¿Tan feo es, no le viste la cara antes? ¡Esto debilita! “A mi marido lo amo pero no soporto que me toque”. ¡Esto fatiga! Hay algunos que les fatiga el trabajo, se les vuelve rutinario y pesado. A algunos, la muerte de un ser querido les quita las ganas de vivir, de trabajar. ¡Tender la cama, se transforma en una carga muy pesada! ¡Se te hicieron las doce y no lo has hecho! Esto es fatiga espiritual, no es fatiga del cuerpo, sino que es debilidad espiritual.
Cuando Dios ungió a Josué le dijo: “Mira que te mando que te esfuerces y que seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quieras que vayas” (Josué 1:9). Dios promete darte fuerzas, pero a ti te toca tomar la iniciativa de esperar en Él, de vivir en comunión con Él, tomarte de esa promesa y hacer lo que te corresponde hacer. ¡Decide que ninguna carga será tan pesada para ti, que te sobrepondrás al cansancio porque Jehová es tu Dios! ¡Volarás como águila! Los jóvenes se van a cansar pero tú recibirás nuevas fuerzas del Señor. ¡Entrégale al Señor todas esas cosas que te debilitan! Yo puedo seguir contándote todo lo que ha querido debilitarme en todos los años de mi ministerio, pero he decidido no dejarme vencer por nada.
CONCLUSIÓN
¿Has visto cuando estás cansado y no tienes ganas ni de pensar? ¡Dios honra sus propósitos y sus planes; y su poder se perfecciona en nuestra debilidad! Cuando Dios se propuso hacer algo, nunca dijo: “Lo voy a usar a fulanito porque tiene mucha fuerza” ¡Nunca contó con tus fuerzas, nunca contó con tus recursos ni con tus debilidades! ¡Dios cuenta con tu corazón, Él tiene la fuerza, la sabiduría y los recursos para llevar a cabo sus planes! No creas que Él depende de la fuerza humana, ¡Dios fortalece a sus siervos, su fuerza está sobre sus hijos!
Estoy más que agradecido a Dios y feliz, porque se que muchos niños que han participado del campamento que se llevó a cabo, serán pastores, evangelistas, profetas, maestros, apóstoles. ¡Se que la obra que viene es mucho más grande que la que se está haciendo hoy! Se que no es en vano lo que hemos sembrado durante 12 años en los campamentos de jóvenes ni en los campamentos de niños. Ya estamos viendo a los niños con anhelos de consagrarse y servir a Dios. ¡Hay un ejército que se está levantando!
¡Vas a salir de tu debilidad! ¡Déjala de lado,
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