No Seamos Como La Naranja
Enviado por ana_lali3 • 23 de Febrero de 2013 • 410 Palabras (2 Páginas) • 291 Visitas
No seamos como la naranja:
Un día tuve ganas de comer una naranja y pensé en su delicioso jugo, entonces fui al mercado y elegí entre todas las frutas, me quedé con unas cuantas y finalmente pagué por ellas.
Llegué a casa, tomé una de ellas y la corté. Al principio noté que su cáscara era dura y que al cortarla de ella se desprendía un ácido.
Me había imaginado un dulce sabor deslizándose por mi boca, lo que provocó en mí gran placer; pero al probarla, me di cuenta que no era dulce, la cáscara era tan gruesa que su ácido impregnaba mi boca de un sabor amargo, luego de dos o tres intentos más, por encontrar en ella un sabor diferente, decidí buscar otra.
De igual modo, un día el Señor recorrió la tierra y puso sus ojos sobre los hombres, nos escogió de entre toda su creación y finalmente pagó un precio muy caro por nuestras vidas, viendo en nosotros un potencial maravilloso, puesto por El desde que nos creó, aquella capacidad de amarle, pero al llegar el día en que probó nuestras vidas, se encontró con un sabor amargo, con vidas sin fruto, con aquellas personas que por fuera parecen tener un dulce sabor agradable a El, sin embarlo, al producir un pequeño corte en nosotros, sólo despedimos ácido, mal sabor, nuestra vida es muy diferente a lo que se ve por fuera, y como la naranja, somos aquel fruto cuya pulpa está seca, y sólo puede dar un sabor amargo.
Sin embargo, el Señor, es paciente con nosotros, y nos prueba una y otra vez, para ver si entonces, podemos llegar a ser ese fruto deleitoso en sus manos, pero claro, tal vez no todos anhelemos que nos corten, expriman y machaquen, para saber si nuestra vida es aquel fruto de dulce sabor, o simplemente somos de gajos secos y amargos.
¡Qué pena que Dios, tenga que escoger a otra persona, para depositar en ella, su poder, su unción, porque tal vez, pensemos que no fuimos creados para sufrir, porque su trato duele, y tengamos a nuestro parecer mejores planes con nuestra vida, que servirle a El.
Pero no nos olvidemos que la palabra dice:1 Pedro 1.6-7 ; 1 Pedro 2:1-3.
Porque finalmente, aquel fruto que se resiste a cumplir con el propósito para el cual fue creado, será hechado fuera y Dios escogerá a otro que sea agradable. Como lo dice su Palabra: Mateo 7:17-19 ; Lucas 13:6-9.
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