ORACIONES

«Algunas personas piensan que los cristianos siempre deben sonreír y ser felices y que algo anda mal si no es así.

Sin embargo, eso no es necesariamente cierto. Jesús estaba afuera de la tumba de su amigo Lázaro y leemos en la Biblia que ‘Jesús lloró’ (Jn. 11:35). Al aproximarse a Jerusalén, ‘Jesús vio la ciudad y lloró por ella’ (Lc. 19:41) por causa de su ceguera espiritual y culpabilidad. Se arrodilló en el Jardín de Getsemaní, ‘Pero, como estaba angustiado, […] su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra’ (Lc. 22:44).

No confunda la felicidad con el gozo. La felicidad viene con las circunstancias felices; el gozo se acumula desde dentro de nuestra alma al aprender nosotros a confiar en Cristo. El gozo no significa que nunca estemos tristes o que nunca lloremos. En su lugar, el gozo es una tranquila confianza, un estado de paz interior que se origina en Dios.

Los problemas de la vida nos robarán la felicidad, pero jamás podrán robarnos el gozo que Dios nos dan cuando acudimos a Él en fe y buscamos Su rostro.»

Dios Todopoderoso, te adoramos. Admirable en sabiduría y en misericordia. ¡Eres Refugio y Escondedero para los que te buscan y solo Tú tienes Palabras que dan vida a nuestro espíritu! Gracias por Jesús, por ese Camino excelente que nos permite acceso hasta el trono de misericordia para encontrar ayuda y oportuno socorro.

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