PERSONAJES ALEJANDRO
Enviado por yo_yohosd • 21 de Agosto de 2013 • 950 Palabras (4 Páginas) • 291 Visitas
PERSONAJES
ALEJANDRO
SARA
(Alejandro, un hombre joven, está durmiendo en su cama. Está amaneciendo y el sol entra por la ventana. El joven se despierta y escucha entre sueños que su mujer está preparando el desayuno. Se trata de una pareja de recién casados y hoy es su primer día en la casa que será su hogar. Su mujer está preparando la mesa con unas flores y la está adornando para que quede muy bonita.)
ALEJANDRO. (Se levanta, se despereza y se acerca a la mesa que ha preparado su mujer.) ¡Hum! ¡Qué bien huele! ¡Qué flores tan bonitas! (Las huele.) ¡Hum! ¡Qué aroma!
(Entra su mujer.)
SARA. ¡Hola, buenos días! ¿Te he despertado yo con los ruidos?
ALEJANDRO. No, no, me estaba dando el sol en la cara… Pero, ¿cómo no me has despertado para ayudarte?
SARA. Quería darte una sorpresa.
ALEJANDRO. Gracias, mi amor, la mesa está preciosa. ¿De dónde has sacado las rosas?
SARA. Son un regalo de la vecina. He salido al jardín un momento esta mañana y la vecina nos ha felicitado por nuestra boda. Como no tenía nada para darnos, nos ha cortado unas rosas de su jardín.
ALEJANDRO. ¡Qué amable! Ya le daré las gracias cuando la vea.
SARA. Pero, siéntate, cariño, aún me faltan unos minutos para tenerlo todo listo.
ALEJANDRO. (La toma por el brazo y la abraza.) Un momento, un momento, aún no te he dado un abrazo esta mañana. (Se abrazan.) ¡Hum! ¡Qué bien hueles tú también!
(La mujer sale afuera y va trayendo la comida poco a poco mientras escuchamos en voz en off a Alejandro. Lo primero que traerá será un plato con una papaya bien grande y después leche, zumos, pan, cereales, mermelada, etc.)
ALEJANDRO. (Voz en off.) ¡Oh, no, papaya! Mira que no hay frutas en el mundo que sólo ha puesto la única que no me gusta… Bueno, tampoco tengo que comerla, hay más cosas en la mesa para desayunar y no quiero estropear este día con un comentario negativo…
SARA. Ya está todo. Bueno, ¿desayunamos? (Se sienta.)
ALEJANDRO. Sí, dame tu mano, vamos a orar. “Querido padre, gracias por este primer día en nuestra casa, por Sara y por el desayuno que con tanto cariño ha preparado. Amén.”
(Comienzan a desayunar y Sara corta la papaya en dos y le da una mitad con la más dulce y tierna mirada posible.)
SARA. Toma, mi amor. (Se le queda mirando.)
ALEJANDRO. (En voz en off.) ¿Cómo no me voy a comer esa papaya si la mujer más bonita del mundo me la está ofreciendo con esos ojitos?
SARA. ¿Pasa algo, cariño?
ALEJANDRO. No, no, dame tu mano. (Se la besa.) Sólo quería decirte que eres la mujer más linda de este mundo y yo el
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